Si bien es cierto que el Gobierno nacional trata de cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir las divisas que necesita para salir de la crisis económica en que se encuentra el país, no es menos cierto que su credibilidad no es buena entre los ciudadanos, pues ha dado muestra de incoherencias entre lo que dice y lo que hace.

Con FMI otra vez

Y con esas actitudes resulta sospechoso que vaya a cumplir con la entrega de las compensaciones que ofrece a los transportistas nacionales con motivo de su decisión de eliminar el subsidio a los combustibles. Para poner como ejemplo está la demora que tiene en el pago de la devolución del IVA a las personas de la tercera edad y a los discapacitados, con los que tiene un retraso de ocho meses, lo mismo sucede con los prestadores médicos que ofrecen sus servicios a los enfermos que debería atender el Ministerio de Salud Pública.

Subsidio a gasolinas se va a quintiles más ricos y a actividades ilegales como narcotráfico y solo 5 % a grupo más pobre, según el Gobierno

Las autoridades nacionales deben, en primer lugar, cumplir sus obligaciones para borrar esa imagen de incumplimiento que caracteriza a este Gobierno en los pocos meses de ejecución que lleva. Solo así sus propuestas tendrán acogida y credibilidad entre los ecuatorianos, que ya están cansados de tanta mentira de los últimos gobiernos. (O)

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José Ignacio Gorotiza Véliz, periodista y educador, Guayaquil