Por décadas muchos tribunales domésticos investigan y proceden penalmente contra autores de los crímenes más horrendos, de guerra, contra la humanidad y el crimen de crímenes, el genocidio, aun cuando no exista conexión entre el caso y el país donde funcionen. Aunque el victimario o la víctima no sean del país del tribunal ni el crimen se haya cometido en su natural ámbito de acción, defienden una jurisdicción universal sin fronteras cuando el crimen es de tal gravedad que afrenta a la humanidad en su conjunto. Un nuevo tratado internacional llamado como la capital de Eslovenia (Ljubljana) ha emergido para hacer más fácil esta misión y articular este principio difuso en principios concretos y enjuiciables.

Una CICIE, la mejor opción

La cooperación entre Estados firmantes será obligatoria en la investigación y persecución de los crímenes más horrendos y sus autores no encontrarán refugio y las fronteras se disolverán para acabar con la impunidad. Ningún dictador volverá a conciliar el sueño. (O)

Luis Peraza Parga, Houston, Texas, EE. UU.