El conflicto armado interno es sin duda la guerra más difícil, duradera y cara que ha tenido y tiene que afrontar el país. Y todo esto en medio de la peor crisis política de la historia, donde se juntan problemas estructurales, coyunturales y actuales, que desnudan la debilidad institucional, ineficiencia, incapacidad y “el desorden organizado” de un Estado disparatado con instituciones públicas con funcionarios inescrupulosos y corruptos. Sumado a esto, vivimos en una sociedad indiferente e indolente.

Más de 40 detenidos causa operativo policial contra delito de extorsión en varias ciudades de Ecuador

La seguridad integral es una visión sistémica que tiene como finalidad garantizar y proteger la seguridad ciudadana y la justicia; la defensa y las relaciones internacionales; la democracia y la gobernabilidad; justicia social y desarrollo; ambiente y gestión de riesgos; y ciencia y tecnología. Las Fuerzas Armadas con su organización, capacidades y recursos pueden y deben prevenir, mitigar y neutralizar las amenazas y riesgos que afectan a la sociedad y al Estado ecuatorianos. El presidente Noboa tiene la enorme responsabilidad de afrontar estos desafíos; es hora de hacerlo con los mejores ecuatorianos como asesores y ministros, no solo del círculo de amigos personales y/o familiares, sino de todos los sectores y regiones. Se debe prestar especial atención: los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, ahora más que nunca, deben ser expertos, con prestigio institucional y liderazgo, capaces y honestos. (O)

Francisco Almeida Caviedes, Quito