Lo primero es dar gracias a Dios. La situación respecto a la pandemia de coronavirus ha mejorado como consecuencia de la vacunación.

No obstante, es una realidad que la pandemia no ha terminado, ninguna institución de salud a nivel mundial lo ha contradecido. Contagios graves y decesos, en menores cantidades, continúan. Hay países que actualmente experimentan más contagios. En nuestro país, en la “normalidad” en restaurantes, parques, comercios, mercados, no utilizan mascarillas. La mascarilla demostró ser la mejor protección. No se respeta el distanciamiento social. Ya se está permitiendo la asistencia de público a los escenarios deportivos y flexibilidad en las estrictas normas que alguna vez nos impusieron. Se habla de retomar las clases presenciales cuando niños y adolescentes estén vacunados completamente. Se entiende que en la reactivación económica están retomando algunas actividades. Preocupante es un relajamiento en los controles de las autoridades seccionales y nacionales. No permitamos que la situación vuelva a complicarse. Debemos dar gracias a Dios por esta mejora y seguir con reponsabilidad. (O)

José Adolfo Chang Lúa, ingeniero industrial, Guayaquil