No existe nada más decepcionante para un pueblo que el constatar que supuestos líderes populares, que deberían encarnar los anhelos de reivindicación, no sean más que seres egoístas, egocéntricos, vanidosos e inmaduros.

Traidores a la patria

Para el sector pensante de cualquier corriente política es inadmisible que la dirigencia de un movimiento ponga por encima, inclusive del patriotismo, los intereses personales de su grupo. Ni se diga también como llevan a la Asamblea, donde se gestionan leyes, a personas que carecen de la preparación suficiente para este trabajo.

La incursión de las fuerzas policiales a la Embajada de México puso en evidencia la naturaleza de un expresidente y sus aliados, quienes sin ningún rubor, abogaron por sanciones que perjudicaban a todo el país y secundaron la posición de México para que nuestro país fuera expulsado de organismos internacionales, todo basado en la incursión para sacar de esa embajada a una persona con dos sentencias ejecutoriadas y otro proceso judicial en curso.

Publicidad

El impase entre México y Ecuador

Ni un solo argumento, ni siquiera para demostrar inocencia, salvo aquel de ‘persecución política’. ¿Y qué dicen de la mención en el juicio a Carlos Pólit de los sobornos entregados al asilado? Ni una palabra. ¿Qué dicen del quebranto cometido por México al albergar y luego asilar, en contra de toda la legislación internacional a un reo de la justicia? Ni una palabra.

Toda la argumentación es un verdadero canto a la mediocridad, aplaudido por un montón de seguidores, caracterizados por seguir lo que diga su líder. (O)

José Manuel Jalil Haas, ingeniero químico, Quito