Es necesario que el MAG (Ministerio de Agricultura y Ganadería) nos informe cuál es el linaje de la cepa actuante en el Ecuador, porque debemos tener la seguridad de que el virus de influenza aviar detectado en nuestro territorio no sea altamente patógeno que podría causar una enfermedad grave, mortalidad, epidemia, afectar la industria avícola con consecuencias para los productores por pérdidas económicas.

Deben ratificar cuál fue su origen, en qué propiedad se dio el o los casos, y ponerse en alerta las autoridades para no complicar más nuestro escenario con ingresos de aves sin la debida certificación, porque los virus LPAI y HPAI podrían producir restricciones al comercio internacional. (https://www.eluniverso.com/noticias/ecuador/una-nina-de-nueve-anos-es-la-primera-persona-contagiada-con-gripe-aviar-en-ecuador-nota/)

La influenza aviar también afecta a los mamíferos, incluidos los seres humanos, por lo general después de un contacto cercano con aves infectadas. Es una enfermedad de declaración obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Los brotes en aves domésticas deben preocupar por la posibilidad de que los virus A(H5) y A(H7) de baja patogenicidad evolucionen hasta convertirse en virus de alta patogenicidad con importantes implicaciones agrícolas. Y llegue a propagarse más enfermedad y muerte de aves. Los virus de la influenza aviar se transmitan a personas expuestas a aves infectadas. Es obligatorio conocer la etiología y que Agrocalidad certifique el linaje de la cepa actuante en Ecuador, porque el MAG anda errático ante un potencial zoonótico (transmisión de animal a humano) de infección a las personas. Debemos ser cuidadosos de que las carnes y los huevos de aves enfermas no lleguen a los mercados y a los centros de consumo. (O)

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Pedro Álava González, ingeniero agrónomo, Sunrise, Florida, EE. UU.