Cuando le observamos al presidente giros y esfuerzos para devolver al pueblo la paz y seguridad, y apreciamos sus nuevos bríos e intenciones de cambios, inclusive dentro de su círculo, es nuestra obligación moral brindarle apoyo, porque hablamos de nuestro Ecuador. / Carlos Granja Medranda / Foto: El Universo


En las mediciones topográficas existe el llamado ‘punto de cambio’ y se aplica cuando no se alcanza a leer con claridad la lectura en la mira o cuando el relieve del terreno te lo exige; esto acontece con nuestro presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, debe hacer un punto de cambio. En sus dos primeros años de aprendizaje las acciones no han dado fruto esperado, sino lo contrario, debe rectificar para poder gobernar un país infestado por donde se lo vea.

Todos merecemos segundas oportunidades, yo me incluyo sin llevar una mochila tan llena como la del presidente; la mayoría del país estaría de acuerdo con esto porque somos seres imperfectos y constantemente cometemos errores inducidos o involuntarios. Pero cuando le observamos al presidente grandes giros y esfuerzos para devolver al pueblo la paz y seguridad, y apreciamos sus nuevos bríos e intenciones de cambios, inclusive dentro de su círculo, es nuestra obligación moral brindarle apoyo, porque hablamos de nuestro país. Ahora bien, quien no valore una segunda oportunidad o no acepte sus yerros, ya no sirve. Es visible que insensateces como el juicio político contra él no han paralizado su búsqueda de acciones y medidas para mejorar los servicios de salud, y combatir la delincuencia enraizada en el país por más de una década. Estoy convencido igualmente de que al sector agropecuario llegarán grandes cambios, pues fue una de sus más notorias ofertas de campaña que continúa sin estrenarse debidamente. Dicho esto, el apoyo al campesino en todos sus órdenes, acompañado de los saltos tecnológicos, se esperan con ansias; tengamos fe. Para colmo, hoy el fenómeno de El Niño es una amenaza terrorífica y real, y demanda la unión de todos los poderes del Estado y de la ciudadanía para prepararnos.

Publicidad

Es hora de revestirnos de patriotismo para proteger el futuro del Ecuador. Dios nos bendiga. (O)

Pedro Álava González, ingeniero agrónomo; Sunrise, Florida, EE. UU.