El científico ecuatoriano Francisco Mite Vivar, en una de sus múltiples conferencias relacionadas con los suelos del país, ha alertado de la peligrosidad del cadmio (Cd), metal pesado, que existe de manera natural en todos los suelos agrícolas, pero en algunos sus niveles son tan altos que provocan acumulación en hojas y frutos de plantas, entre ellas la más notable en el cacao, convertido en estrella fulgurante de la actual agricultura nacional, tanto que ha originado una ola de nuevos plantíos pese a que se estima existen ya bajo cosecha más de 600.000 hectáreas en casi todas las provincias del país, de sus tres zonas geográficas productivas.
Distinción del Foro Bananero Mundial
No hay duda, es la hora del cacao como antes lo fue del banano, con vaticinios imprecisos de hasta cuándo durará la bonanza, pero con la claridad de que el cacao aumenta su consumo y demanda mundial, con un potencial hasta ahora sin límites, que incita a ampliar las fronteras de plantíos, mientras los actuales cultivadores agrandan sus fronteras y agricultores insatisfechos con otros sembríos son atraídos con tal fuerza arrolladora que hasta derriban cultivares establecidos para reemplazarlos con cacao, no tanto de la típica variedad nacional que mantienen algunos apodados románticos, insustituible por su aroma y sabor, sino impulsados por los mayores rendimientos y ventajas que exhibe en el manejo de enfermedades, el campeón CCN-51, obra del insigne ecuatoriano Homero Castro Zurita, prematura y trágicamente fallecido, obtentor del clon original.
Los merecidos ingresos, fuera de todo cálculo, obligan a mejorar lo existente, aplicando tecnologías que aumenten la productividad, como la necesaria instalación de riego controlado, infraestructura a nivel de finca y analizar los suelos detenidamente para determinar los contenidos químicos, enfatizando en los niveles de metales pesados, especialmente cadmio, cuyos residuos son investigados por las entidades controladoras por sospechas cancerígenas, como la Unión Europea, donde se ha promulgado un reglamento de alta severidad señalando los límites máximos aceptables.
Interminable espera de propuestas agrícolas
El cadmio es un químico de gran movilidad en el suelo, raíces, hojas, tallo, granos y mazorcas, que, una vez absorbido, es capaz de dejar vestigios en tabletas y confites del seductor chocolate, adversos a la salud humana, razón para ser investigado prolijamente por los organismos de control, a tal punto de que puede provocar rechazos de lotes exportables con grave perjuicio para agricultores, industrializadores y al país. Sin embargo, la ciencia ha descubierto la solución en el misterioso mundo de los microorganismos que integran la parte viva de los suelos sanos, neutralizadores del efecto del cadmio, siendo uno de ellos, quizás la más estudiada, la prodigiosa bacteria Bacillus subtilis, que puede ser incorporada en sustratos contaminados con cadmio, reduciendo su dañino efecto. En el medio existen empresas calificadas que han logrado su multiplicación segura en laboratorio, utilizando modernos biorreactores complementados con procesos de concentración en líquidos o sólidos con alto contenido de esa bacteria, facilitando la corrección de áreas plantadas. (O)