Los cambios de péndulo de Gobiernos en Latinoamérica en muchos casos se explican por la lucha para acceder al botín de los fondos públicos, como se observa en los Gobiernos populistas. Curiosamente, es posible desarrollar sistemas transparentes y eficientes de votación, así como de manejo honesto de las cuentas públicas, a través de la tecnología de blockchain (cadena de bloques).

Un sistema de blockchain es un sistema descentralizado que puede ser accedido por muchas computadoras localizadas en diferentes partes del mundo sin necesidad de una unidad central que coordine todas las transacciones, ya que estas se recuperan a través de la combinación de las claves públicas y privadas. Adicionalmente, la seguridad del sistema se garantiza por el manejo de estas claves anónimas, así como porque el costo de descubrir las claves o los nuevos bloques de información por hackers puede ser mayor a su beneficio.

Desde el punto de vista de apoyo a la democracia, es posible diseñar un sistema de votación a nivel nacional basado en la tecnología de blockchain en que se conduzcan elecciones seguras y confiables. La mayor duda cuando se realizan elecciones en países liderados por Gobiernos corruptos es la prevención del fraude electoral. Esto se puede dar por problemas de seguridad de los datos al bloquear el acceso a votantes que apoyarían al candidato opositor o al apropiarse de los votos de personas fallecidas o que se encuentran en otros países donde no pueden votar. A través de la tecnología de blockchain es posible grabar todas las transacciones, lo que permite realizar auditorías que indiquen cuándo y qué cuentas introdujeron cambios en el sistema. De esta manera, también se facilitaría el rol de los observadores externos, quienes podrían monitorear todas las transacciones y detectar cualquier movimiento importante, ya sea de aumento o de disminución significativa de la información, como sucede en el caso de supervisión bancaria. Adicionalmente, es posible reportar en tiempo real los resultados locales, que deben ser consistentes con los resultados regionales o nacionales.

Desde el punto de vista del electorado, cada votante recibiría un código asociado con su voto que le permitiría evaluar si este fue alterado. Adicionalmente, al ser un sistema descentralizado es posible integrar la votación de los ciudadanos en el exterior, garantizando el anonimato de cada participante y evitando las represalias o compra de votos en favor de cierto candidato.

La seguridad del sistema es fortalecida si su desarrollo es basado en los principios de código abierto, que permite la colaboración de expertos que puedan estudiar la vulnerabilidad y corregir posibles fallas del sistema.

En conclusión, una contribución importante del Gobierno actual sería el uso de la tecnología de blockchain para asegurar la transparencia de las cuentas públicas y el desarrollo de un sistema de votación antifraude a nivel nacional y regional. Este sistema debería ofrecer el entrenamiento y la capacidad de votar a través de estaciones locales a la población que carezca del conocimiento, del acceso a internet o de equipos computacionales que le permitan votar. (O)