El foro de ministros de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y las autoridades chinas, estuvo acompañado por los presidentes de Brasil, Chile y Colombia, así como por el líder Xi Jinping, en ese evento Pekín anunció su aproximación estratégica hacia la región. Sus premisas se resumieron en el discurso de Xi, que concibió a la relación como una comunidad que coincide en defender el multilateralismo, sostener la justicia internacional, avanzar en la reforma de la gobernanza global, y promover la multipolarización del mundo, así como una mayor democracia en las relaciones internacionales.

En concreto China ofreció una línea de crédito de 10 mil millones de dólares a los países de la región (en el año 2015 la oferta fue de 20 mil), para ser usada en inversiones, desarrollo de infraestructura, proyectos agrícolas y minerales: esos son justamente los intereses económicos chinos. La declaración final del foro reitera el apoyo latinoamericano a la política de “una sola China”, y el respaldo de Pekín a la expectativa de ampliar los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El foro invitó a rechazar el unilateralismo, la política de sanciones económicas y el uso de la fuerza en relaciones internacionales, pero no hizo mención ni a los Estados Unidos, ni a Rusia ni a Israel.

Xi Jinping tiende la mano a América Latina en tiempos de “confrontación” y “proteccionismo”

La presencia económica china en América Latina es muy importante, es el mayor socio comercial de Sudamérica y sus inversiones son elevadísimas. A pesar de que la prodigalidad de Pekín es menor ahora por la contracción de la economía global, no hay otra fuerza extra regional que invierta con la rapidez, la ausencia de condicionalidad y la flexibilidad en normas ambientales y laborales que China.

América Latina es un campo en disputa en la guerra comercial con los EE.UU. El ejemplo de Panamá -y las condiciones que ese país ha tenido que aceptar para mantener su canal- es ilustrativo. Ese paso interoceánico está ahora controlado estratégicamente por Washington. El reacomodo del Canal puede condicionar el comercio chino hacia todo el hemisferio y será vital si el enfrentamiento empeora.

3 anuncios de Xi Jinping sobre América Latina durante la visita a China de Boric, Petro y Lula

La Celac es la única instancia que reúne a todos los países de América Latina y el Caribe y es el espacio natural para los diálogos birregionales con China, pero es débil. No tiene institucionalidad propia y requiere consensos prácticamente unánimes para proponer políticas. En una región tan fragmentada como la que tenemos. Colombia, su presidencia pro tempore, debe hacer concesiones para sostenerla. El presidente Petro está distanciado de Argentina, El Salvador, Ecuador, Perú, Venezuela, por ejemplo, pero hay bienes superiores a las creencias personales y tienen que ver con proyectos que deben trascender en el tiempo. La Celac es uno de ellos. Hace 11 años Cuba, que es el epítome de la adscripción ideológica en política exterior, la condujo impecablemente, sin conflictos. Se esperaría que Colombia repita la experiencia. La Celac, que requiere ser pluralista para sobrevivir, vale más que la retórica y el protagonismo de sus eventuales dirigentes: potencialmente podría ser un gran instrumento de consenso y un contrapeso efectivo de poderes extrarregionales. (O)