Los lectores conocen el refrán “Cuando el gato no está, los ratones bailan”, o la versión “…los ratones se pasean”, para significar que la ausencia de alguien permite que otro, u otros, haga(n) festín.
En Estados Unidos, la imagen del presidente Biden, como candidato demócrata, se agotó en la campaña para la reelección. El candidato republicano, Donald Trump, de agresiva personalidad, no tenía oponente con opción de vencerlo. Se requería que alguien asumiera los riesgos de enfrentarlo.
Lo hizo la vicepresidenta Kamala Harris, hija de Donald Harris, economista, negro proveniente de Jamaica, que estudió posgrado, en la Universidad de California, y de Shyamala Gopalan, nativa de la India, en un entorno en que la mujer india solo debía entenderse de temas del hogar, que decidió ser bioquímica, por lo que aplicó ingresar a la Universidad de California. La proclama de Kamala resume su decisión: “Cuando luchamos, ganamos”. Las expectativas le dan esa opción.
En Ecuador, la fiscal Diana Salazar tomó licencia por su embarazo de riesgo, y se activaron sus opositores. El expresidente del Consejo de la Judicatura, el Diablo Wilman Terán, aun cuando privado de libertad, reasumió influencia en la Función Judicial, consiguió su traslado a la cárcel 4, en Quito, con una serie de comodidades agregadas, sin que se puedan definirlas –como erróneamente se ha dicho– que equivalen a tener “cama, dama y chocolate”, ahora demanda libertad condicional, lo que le permitiría fugarse, como lo han hecho otros aún con grillete de control electrónico. La fiscal anuncia que concurrirá a lo que define como “narcojuicio político”, con el que amenazan sacarla de la Fiscalía. Diana Salazar retomó su espacio de acción y enfrenta a los que le tienen temor.
En el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, uno de sus integrantes denuncia que la mayoría pretende dictar un “narcorreglamento”, para el concurso de designación de reemplazo de la fiscal Salazar que termina su periodo en abril del 2025.
Sobre una mujer que no se amilana, indebidamente se dice: “… es que tiene testículos”; no necesita tenerlos. Debe acabar aquello de suponer que las mujeres deben “masculinizarse” para actuar con firmeza y alcanzar éxito.
Felicitación a EL UNIVERSO por promover el foro “Mujeres que rompen paradigmas”, destacando a quienes son líderes, en cuanto a sus experiencias, y las perspectivas de la mujer en lo laboral, educativo y social, por realizarse en el auditorio de la UEES el 28 de agosto.
Se requiere que las mujeres no solo tengan el espacio de cuotas, aun cuando sea ubicándolas en número de paridad, sino su real inserción para el éxito. Las deportistas del Ecuador están demostrando que es realizable.
Excelente la actuación de Daniel Pintado con dos medallas olímpicas en París 2024, una de oro y otra de plata; pero, observemos: de las seis medallas obtenidas por el Ecuador, cuatro son alcanzadas por mujeres: Glenda Morejón y Lucía Yépez, medallas de plata; Angie Palacios y Neisi Dajomes, medallas de bronce. Además, hay otras excelentes ubicaciones de nuestras competidoras. (O)
