Hay dos ganadores, Noboa y González, tanto a nivel presidencial como para la Asamblea. El primero, porque 44 % es mucho luego de todos los problemas del 2024; y, la segunda (44 %), porque se veía al actual correísmo con un techo del 35 % en primera vuelta. ¡88 % entre dos! Quizás se debe a que los electores decidieron eliminar al “tercer posible” (¿y si participaba Topic?) con el deseo de una sola vuelta. Un resultado polarizado, un país polarizado geográficamente ante dos opciones muy diferentes. No es muy sano, porque cada uno cree que “votar por el otro es una demostración de insensatez” (o epítetos más fuertes), eso nos divide cuando sinceramente creo que la gente vota por razones diferentes, pero no se les puede calificar así… salvo los que votan esperando alguna ventaja que viola los derechos básicos de los demás, por ejemplo, la esperanza de que sigan las narcomafias y poder lucrar de eso en pequeña o gran escala. Pero aunque pudiera haber razones válidas para votar a un lado u otro, debemos estar conscientes de las consecuencias, que recaen sobre la misma gente. Algunos temas…
Uno, inseguridad. Es una lucha muy difícil frente a grupos muy poderosos sin límites de ninguna naturaleza. Hay varios caminos posibles: a) guerra abierta de mayor o menor intensidad; b) método Bukele; c) negociar, ¿a cambio de qué?; d) ser socios como quizás sucede en Venezuela; e) fuerte apoyo internacional (Trump posiblemente lo apoyaría) o ¿algún otro camino?... ¿cuál le parece la mejor estrategia y qué candidato la puede apoyar?
Dos, dolarización. Es un activo muy valioso de nuestra economía, si no estaríamos en la situación calamitosa de los últimos 20 años de Argentina o incluso quizás de Venezuela. Debemos mantenerla… y ahí la pregunta es clara también, ¿qué agrupación política ha mostrado enemistad e incluso ha planteado “una salida ordenada de la dolarización”?, la cual no existe, no nos engañemos, pues cualquier salida es catastrófica para los ecuatorianos.
Tres, deuda. Empecemos con la vida cotidiana: usted o yo tenemos deudas que a ratos quisiéramos dejar de pagar para dedicar ese dinero a otras cosas más útiles, pero en general ¿por qué no lo hacemos? Porque sabemos que nos genera una ventaja de corto alcance, pero luego es peor: no nos prestan o nos prestan más caro, nadie quiere hacer negocios con nosotros, etc. Una candidata ha dado señales de querer ir en esa dirección, y no sorprende porque el gobierno del 2009 ya lo hizo. ¿Consecuencias? Volvernos sujetos de la China (nadie más nos prestaba), con intereses y garantías elevadísimos, obras costosas, de mala calidad, y más.
Cuatro, reformas. Pregúntese: ¿quién tiene más probabilidades de hacer los avances y/o reformas que necesitamos? Una reforma laboral de sentido común, no para dar ventaja a nadie, sino para otorgar mejores oportunidades a los trabajadores que hoy no las encuentran y a los empresarios que ni invierten ni contratan (sobre todo pequeños y medianos). Abrirnos al mundo para tener más oportunidades de empleo y exportación. Seguridad social para que el sistema no entre pronto en “quiebra programada”. Y más, ya planteadas la semana pasada… ¿Quién?
Su preferencia, pero asumiendo responsabilidades y consecuencias. (O)