Gobierno es esa palabra que para algunos suena a ‘mala palabra’, pues por desconocer su importancia en la organización de la sociedad, se le suelen achacar los males cotidianos de la ciudadanía, al punto de que en Ecuador se intente derribarlo cada cierto tiempo, aunque a veces no se lo consiga.

En Ecuador estamos en ‘guerra’ porque una parte de nuestra propia gente, liderada por actores plenamente identificados, busca imponerse y tumbar al Gobierno de Lasso, al igual que intentaron derribar al de Moreno en octubre de 2019.

Ahora mismo, los asambleístas correístas o UNES (dizque Unión por la Esperanza) se encaraman sobre las lanzas y los ponchos de la Conaie –más el vandalismo dizque de infiltrados– y recogen firmas para activar el artículo 130 numeral 2 de la Constitución, que trata de que la Asamblea Nacional podrá destituir al presidente de la República por grave crisis política y conmoción social.

Sin embargo, el Gobierno nacional es resultado de un proceso democrático, con base en reglas claras que la ciudadanía y las organizaciones políticas –como UNES y Pachakutik– aceptan respetar al participar en procesos electorales en los que la mayoría de la población elige a las autoridades de gobierno.

Para quienes no quieren revisar las leyes y prefieren una explicación con un tinte de humor, recomiendo la serie de Netflix La palabra con G según Adam Conover, que muestra de manera ágil cómo el Gobierno juega un papel trascendental en el funcionamiento diario de la vida de los ciudadanos. Si este falla, impera el caos.

Es deber del Gobierno administrar la cosa pública y garantizar la seguridad de la población. Cuando esto no ocurre, la población se queda indefensa; como sucedió durante la sublevación del 30-S cuando las ciudades quedaron desprotegidas, cundieron los saqueos y las pérdidas las asumieron los ciudadanos afectados.

Otro ejemplo de la importancia del Gobierno es la defensa del territorio. Se trate de combatir el afianzamiento en nuestro suelo del narcotráfico y micronarcotráfico y del crimen organizado y su influencia económica y política… o, en el caso de Ucrania, la defensa militar por la invasión rusa que la arrasa ocasionando muerte, destrucción y el aumento de precios a nivel internacional de combustibles, fertilizantes y otros componentes para la elaboración de productos.

En Ecuador estamos en ‘guerra’ porque una parte de nuestra propia gente, liderada por actores plenamente identificados, busca imponerse y tumbar al Gobierno de Lasso, al igual que intentaron derribar al de Moreno en octubre de 2019. Y, aunque dicen rechazar que el correísmo se aproveche de su lucha con la finalidad de hacerse con el poder, en la práctica son los indígenas los responsables visibles del cometimiento de delitos, como provocar el hambre de la población al cerrar vías y crear desabastecimiento de alimentos, y perjudicar a los pequeños productores que ven pudrir su cosecha mientras los mercados no tienen qué vender.

Los derechos humanos se crearon para defender a los ciudadanos de los excesos del poder. En este caso, el Gobierno necesita ser defendido, pues quienes están actuando en contra de la democracia conocen la ley y crean el caos como pretexto para derribar al Gobierno, porque no alcanzan a captar el poder por la vía de las elecciones; la ciudadanía debe repudiarlos y rechazar su amnistía. (O)