Después de la inseguridad para los negocios por las vacunas y asaltos, el principal impedimento para nuevas inversiones productivas es la falta de financiamiento en buenas condiciones de plazo, tasas de interés y fácil acceso para la inversión en fábricas, maquinarias, instalaciones y tecnología (que se conoce como formación bruta de capital) para generar crecimiento económico y más empleo.

Según el último estudio del Banco Mundial Doing Business (facilidad de hacer negocios de 190 países) del año 2019, estamos en el lugar más bajo -129- de los países latinoamericanos, cuando Chile está en el puesto 59. En el parámetro obtención de crédito, Ecuador está en el puesto 119 cuando Colombia en el 11.

Fuera de estos países, observamos que Panamá otorga el 102 % de su producto interno bruto (PIB) en créditos, mientras que Ecuador otorga, en promedio, el 50 %.

En Ecuador la Junta de Política y Regulación Financiera establece las tasas de interés por cada segmento económico mediante topes antitécnicos, como, por ejemplo, los de la resolución 070 que fijó hace poco tasas máximas para los segmentos corporativo y empresarial. Estas tasas subieron dos veces en este año, de 8,86 % a 10,01 % y de 9,89 % a 10,74 % anual, respectivamente.

En el segmento de microcréditos, que consta de 1,9 millones de sujetos, la tasa de interés pasa del 20 % anual. En Panamá, país también dolarizado, la tasa empresarial no pasa del 8,5 % anual y la hipotecaria del 6,5 % anual a 15 años plazo.

Comprenderá el estimado lector que en Ecuador nadamos contra corriente, suben los impuestos cuando hay que bajarlos -como se hizo el año pasado- y suben las tasas de interés cuando hay que promover su descenso. Me preguntará a continuación y ¿cómo se hace entonces cuando se ha restringido la liquidez en el sistema financiero y el Estado tampoco tiene liquidez?

Aquí encontramos algunas recomendaciones: a) Reducir el encaje bancario para mejorar la liquidez del sistema; b) El Banco del Pacífico -muy solvente- puede liderar la reducción de tasas de interés en todos los segmentos crediticios; c) Terminar la fusión de la CFN y Banecuador para la creación inmediata de un nuevo banco de desarrollo, tecnológico, apolítico, con administración profesional, para que capte financiamiento internacional a bajo costo y plazos largos (más de 15 años) y lo canalice en primer y segundo piso para el desarrollo del Ecuador, como se hizo para la industria de teca; d) Emitir el reglamento de la ley Fintech, para que estas puedan crear medios de pago y competir con la banca tradicional, mejorando la bancarización del Ecuador; e) Proponer la creación de zonas de inteligencia artificial (ZIA), en coordinación con los municipios, academia, banca e industria, atrayendo emprendedores y empresas de alto nivel que inviertan en tecnología para mejorar la productividad y las exportaciones; f) Las empresas nuevas en el Ecuador pueden acceder a apoyo y financiamiento en instituciones como AEI-Alianza para el Emprendimiento e Innovación (aei.ec), Kruger Lab (krugerlabs.com), Innobis (@innobis_ec). (O)