El Ecuador positivo está compuesto por muchas instituciones y ciudadanos ejemplares a nivel nacional y mundial, que contribuyen a fortalecer el Estado, porque dedican su vida para conseguir paz, salud, educación, integración y seguridad; entre aquellas podemos citar a la Iglesia católica, al voluntariado, la ciudadanía y las Fuerzas Armadas. El Ecuador negativo atraviesa una crisis política, social, económica, de seguridad y el señalamiento de ser un narco-Estado. En los siguientes párrafos, un resumen sobre las instituciones positivas mencionadas.

La Iglesia católica dirigida por el papa Francisco, cuyo nombre secular es Jorge Bergoglio, nombró cardenal al destacado ecuatoriano arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera Herrera, convirtiéndose en el sexto cardenal ecuatoriano desde 1953. Una de las misiones del nuevo cardenal sería continuar trabajando, con fe, junto con hombres y mujeres honestos y transparentes para disminuir la angustia, el dolor y la desesperanza, teniendo presente que nuestro país vive en medio de violencia y corrupción.

El voluntariado es un noble ejemplo, así la Asociación Coordinadora de Voluntariado (Acorvol) reconoció al cardenal Luis Cabrera como el principal voluntario, en la sesión solemne realizada en Guayaquil, el 5 de diciembre, Día Mundial del Voluntariado. Destacó su trabajo pastoral y la dirección del banco de alimentos, un programa que funciona en los sectores más necesitados y hacia los niños.

Acorvol cuenta con sesenta fundaciones asociadas que se desenvuelven en áreas como protección de la niñez y adolescencia, salud, educación, desarrollo a la comunidad, adultos mayores, discapacidades y capacidades diferentes. Un gran ejemplo, de asociada, es la Fundación Asistencial de la Armada Nacional (Fasan), dirigida por las esposas de los miembros de la Armada y dedicada a los niños y niñas con capacidades especiales, los que requieren tratamiento profesional personalizado.

Los ecuatorianos de destacable nobleza, hospitalidad y voluntad han facilitado la acogida de inmigrantes de muchas nacionalidades, integrándoles a nuestra interculturalidad. Han aportado, por ejemplo, italianos, alemanes y otros europeos, en la industria; franceses, en gastronomía; árabes, judíos y chinos, en el comercio. Cabe resaltar que en Ecuador no tuvieron la necesidad de aislarse para protegerse de ataques de xenofobia, como ocurrió y ocurre en otros países. Esta fortaleza nos debe unir para neutralizar a los malos inmigrantes.

Las Fuerzas Armadas son la institución que permite que el Estado viva, porque su misión es dar seguridad y defensa. Facilitan el ejercicio de la soberanía y protección de las actividades productivas que nos proporcionan bienestar.

En conclusión, existen instituciones y ciudadanos positivos que son pilares de la unidad y esperanza nacional, como la Iglesia católica, el voluntariado, los ecuatorianos y las Fuerzas Amadas. Si sumáramos políticos empoderados en el servicio, saldríamos de cualquier crisis y recompondríamos el tejido social.

A nuestro cardenal, Luis Cabrera, felicitaciones por su notorio logro y por ser el principal voluntario. ¡Los positivos somos más! (O)