Un lector, haciendo referencia a los círculos del infierno de Dante Alighieri, siglo XIV d. C., en la Divina comedia, singularizando a actores políticos, pregunta, ¿a qué círculos se los condenaría?

Los círculos que Dante describe son nueve, los tres últimos para quienes deben ser condenados por violencia, por fraude y por traición, en su orden.

Tanto o más daño hacen a una sociedad aquellos que Dante no coloca en los nueve círculos infernales, sino que los deja en el “Vestíbulo” del infierno, espacio para “inútiles e indecisos”, que, según Dante, deben ser “condenados a correr sin reposo, desnudos, perseguidos por insectos y avispas”.

En el “Vestíbulo”, Dante coloca a Poncio Pilatos, que se lavó las manos expresando sobre la condena a Jesús: “No soy responsable por la sangre de este hombre”. Quien elude responsabilidades –mira para un costado, no actúa– podría ser condenado a permanecer en el “Vestíbulo”.

Con el cierre de agosto del 2024, concluyó el periodo vacacional de la Asamblea Nacional. Que rueden las cabezas de Mónica Palencia y de Diana Salazar persiguen los del correato. ¿Qué, en la coyuntura, querrán el PSC y el bloque de Construye? En época de campaña electoral ¿qué es posible?, ¿qué no lo es?

Las migraciones de personas sobre todo de las matrices del PSC y del correato hacia candidaturas en otros espacios, membretes y números políticos, y para asumir cargos y responsabilidades, sobre todo por y para causas del Gobierno, en algunos casos serán por convencimiento, en otros podrían ser para esperar que los vínculos recientes generen o permitan mantener líneas de comunicación.

Las mayorías que se dan y modifican en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, en el Tribunal Contencioso Electoral y en el Consejo de la Judicatura podrían desestabilizar la seguridad jurídica y la confianza en el Ecuador.

En la conveniencia para el correato y para el Gobierno de ser las partes enfrentadas, hasta podría haber –aun cuando no haya sido explícitamente coordinado– vasos comunicantes para ese objetivo, a fin de que otras fuerzas políticas se les unan. ¿El PSC, Construye y otras fuerzas políticas lo tienen claro?

La frase de la Comisión de Fiscalización, contra la tacha de narco juicio político, al que se monta contra la fiscal general, Diana Salazar, es que “en democracia” debe haber “pesos y contrapesos”. Sí, pero debe ser con reales sustentos, no por solo imposición del número.

¿Y los que aún patalean? Está el caso del “diablo” Wilman Terán, reciente supremo hacedor de la Función Judicial, hoy privado de la libertad. Convencido de que de triunfar los del correato, retomará poder, ha presentado dos acciones de protección, una contra Teleamazonas y otra contra Ecuavisa, con el fin de que le den igual tiempo y horario de entrevistas que a la fiscal general, Diana Salazar, para contestar lo declarado por ella. Sería nefasto precedente que los procesados tengan espacios impuestos a los medios, para burlarse de la justicia. (O)