El presidente se habría convencido de que se requiere su compromiso inclaudicable para destrabar la inversión privada y que la economía arranque.

Madurez diplomática, experiencia en negociaciones comerciales, con muchos contactos políticos... Son los atributos que analistas resaltan del nuevo embajador de Ecuador en Estados Unidos

Desde 1971, inicios de la era petrolera, está vigente un modelo estatista que prioriza la inversión en diversos sectores, preponderantemente energía y telecomunicaciones por medio de empresas públicas monopólicas. A los inversionistas privados se los direccionó vía beneficios a la sustitución de importaciones. Este modelo se consolidó con el régimen militar y se radicalizó durante el correato, con el acicate del petróleo por sobre $ 100 el barril.

Este modelo se agotó. El gasto corriente creció desmedidamente. Las empresas públicas son ineficientes, la poca inversión pública se concentró en obras a precios exorbitantes y frecuentemente mal construidas (en particular durante el correato) y el sector energético ha colapsado. Pocas de las empresas de sustitución se tornaron en competitivas y prosperan sin protección.

Presidente Daniel Noboa dispone asignación de más de $ 100 millones para atención prioritaria en salud

La situación se deteriora más a partir de la Constitución de Montecristi (2008), imbuida de la Doctrina de No Crecimiento: reversión de la revolución industrial por ser responsable del calentamiento global. Esta doctrina cuenta entre sus apóstoles a la mayoría de la Corte Constitucional y a numerosos asambleístas. El cierre del ITT, la enorme dificultad de sacar adelante proyectos mineros, y el proyecto de ley en la Asamblea para reconocer a los “animales no humanos” los mismos derechos de los que gozan los “animales humanos” obedecen a esa doctrina.

Hoy el país repudia su riqueza petrolera (caso ITT) con lo que se esfuma la ilusión de crecimiento basado en la inversión pública. Si permanecemos pasivos, la reversión de la revolución industrial en el Ecuador y la involución a condiciones de vida de décadas atrás se harán realidad.

Al menos seis hospitales del MSP contrataron mantenimiento de sus equipos este año, antes del decreto presidencial que da tres meses para operativizar los aparatos médicos

En este entorno adverso debe desenvolverse Daniel Noboa para sacar la economía adelante. Esta semana dio muestra de que comienza a tomar cartas en el asunto. En un solo día (miércoles 26) firma tres decretos de radical importancia:

- Dicta un nuevo reglamento abriendo a la inversión privada las operaciones de gas natural, con lo que empresas y hogares podrán superar la falta de servicio eléctrico (Dec. Ejec. 311).

- Declara la mejora regulatoria como política nacional para fomentar la competitividad y emprendimiento, e incorporar la eficiencia en la economía. (Dec. Ejec. 307).

- Reglamenta el sistema de precios de los combustibles y alza de la gasolina, discutido la semana pasada en este espacio (Dec. Ejec. 308).

Ultimátum presidencial

Adicionalmente el Comité de las APP anuncia sus prioridades y se activa el cronómetro para que arranque el proyecto número uno: la carretera Manta-Quevedo. Lamentablemente se descalifica al proyecto que anteriormente era el prioritario: el quinto puente.

Hay mucho por hacer; apertura del sector eléctrico a la inversión privada, habilitar las terminales de Monteverde y TermoMachala para la importación de gas natural, construcción de la unidad de alta conversión de la refinería de Esmeraldas, abrirse a la exploración de hidrocarburos mediante contratos de participación, destrabar la apertura a la gran minería metálica. Pero como dijo Mao: “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso”. Noboa dio ese paso. ¿Continuará la marcha? (O)