Recordemos la Constituyente de Montecristi, 2007- 2008, tres asambleístas denunciamos lo que fue constante en las comisiones y en el pleno; se discutía horas, se pasaba a receso, se reiniciaba y se leía un texto no discutido –que había llegado de fuera– para votarlo de inmediato, aprobándose por la votación de la mayoría, a veces con reclamo de las minorías. También sucedió con la versión final de la Constitución, que nos negamos a votar.

Entonces, pregunté ¿qué nos faltará ver? Para vergüenza colectiva, se multiplican las medias verdades, las fanfarrias, los ridículos, las simulaciones.

Conocimos por los medios de comunicación que al prefecto de Cotopaxi, Jorge Guamán, figura icónica de Pachakutik y Conaie, y a nueve personas de su entorno detuvieron, bajo la tacha de delincuencia organizada. A él no le dieron prisión preventiva sino medidas sustitutivas que se publicitaron, la más grave, la colocación de grillete, que él en Ecuavisa, negó que le hayan colocado. ¿Habrá casos similares? Falta información.

Aun cuando cuestionemos el levantamiento de la Conaie del reciente junio del 2022, el cierre de vías, la toma de Quito y las consecuencias sociales y económicas, con pérdidas muy elevadas para el Estado y para sectores privados, que se dieron, es indiscutible que se fortaleció su presencia y lo cuasi decisorio que podrían ser las mesas de trabajo que ellos exigen, en los temas de sus cuestionamientos. Leonidas Iza y otros de su entorno tienen una evidente formación política ideológica y, en su actuación, además, hacen de parlante de quienes no se entienden escuchados, aun cuando no coincidan con ellos.

Para vergüenza colectiva, se multiplican las medias verdades, las fanfarrias, los ridículos, las simulaciones.

¡Qué contraste con la ligereza de otros actores políticos, en que la más reciente simbología está en la frase de un candidato a prefecto de Guayas, de que las “hembras”, supuestamente, lo saludan agitando sus calzones!

¿Por qué la primaria obligatoria previa para designar candidatos a elección popular? Debe ser un proceso; pero, en el Ecuador, salvo excepciones, son fanfarria por unanimidad de quienes controlan los membretes legalizados de partidos o movimientos políticos electorales.

Sin duda, se han mejorado los textos jurídicos de la contratación pública, pero ¿se siguen? Segmentos muy importantes de obras y servicios, por valores de cientos de millones de dólares –desde el correato– se liquidan y pagan como deuda que debe reconocerse aun cuando no haya habido contrato, ni partida previa, en muchos de los casos extendiendo de hecho –no pueden hacerlo de derecho– obligaciones contractuales. ¿Para favorecer al adjudicatario?, no necesariamente, porque de hecho cobrar se vuelve difícil. Un caso reciente es el del ‘Contact Center/Call Center’ de servicios médicos del IESS, no actualizada la contratación, ni pagado el servicio, y miles de afiliados los afectados. El proveedor cobró tarde y el servicio no se prestó cuando debió dárselo. Todo debe regularizarse. Se requiere orden.

Sigo creyendo que Guillermo Lasso puede hacer que se enderecen muchas cosas, siempre sustentado en la transparencia, nada detrás de puertas, ni bajo las alfombras. La dignidad debe ser su mejor patrimonio. (O)