Vergüenza de los que no la tienen. Ya en campaña para las elecciones generales del 9 de febrero de 2025, no solo se están promoviendo nombres, sino que las fuerzas políticas persiguen copar espacios de control para destituciones y designaciones, sea para impunidad de a quienes se quiera proteger, sea para colocar supuestos “cumple órdenes”, con el riesgo de que luego asuman ser mercenarios, en beneficio de quienes mejor los gratifiquen. Hay confrontaciones públicas, cuasi cachascán, que no impiden arreglos puntuales para enfrentar a terceros, incluso cuando sean aliados recientes, más aún si creen que aquéllos quieren hacer, de espacios de poder, dominio solo suyo, sin comprometerse a repartos o a dar chance a otras fuerzas políticas.

Pugna de poderes

Lo sucedido recientemente en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, sobre la designación del presidente del Consejo de la Judicatura, es una vergüenza para la institucionalidad jurídica y ética del Ecuador.

Daniel Noboa ha demostrado habilidad. En septiembre del 2023, eliminado Fernando Villavicencio de la papeleta presidencial porque la mafia, con protección política, mandó a asesinarlo, Noboa fue la estrella en el debate –después se le han tachado contenidos y números que expuso–. Ya electo presidente, acordó con el correísmo y el PSC el control de la Asamblea, con el discurso de ser antinada y antinadie, lo que llevó a aquellos a suponer que sería solo un presidente de paso.

Revolución cultural

Cuando el presidente Noboa no permitió que, por proteger a Jorge Glas en la Embajada de México, se burlen de él, y autorizó su extracción, la virulencia verbal se multiplicó de lado y lado. El expresidente Correa lo tachó de “calígula”, apodo usado contra el emperador romano Cayo Julio César Germánico –año 41 d. C.–, asesinado en el cuarto año de su gobierno, que entre otras tachas tenía la de menospreciar a otros, y nombró senador a su caballo, para ofender a los que lo eran. Correa, sobre lo actuado por Noboa, habría comentado “quedamos como cojudos”.

Henry Kronfle, presidente de la Asamblea, fue un apoyo político y personal para Noboa. En relación de un proyecto de desarrollo constructivo de su cónyuge en Olón, que se cuestionó tachándolo de riesgo de daño ambiental, el 8 de mayo de 2024, Kronfle señaló que, porque conocía al presidente y a su familia, por ellos “metería sus manos al fuego”. Desde julio, las tachas de lado y lado, en que lo más suave es la acusación de “mentiroso”, y con gestos ofensivos, evidencian que se está en campaña.

ADN crea Frente Parlamentario contra el Tráfico Ilegal de Combustible y sus Derivados

En el combate contra las mafias de la delincuencia protegida por sectores políticos, el Gobierno de Noboa respaldó a la fiscal general, Diana Salazar. También lo hizo Henry Kronfle. Por el embarazo de la fiscal, se suspendió un juicio político contra ella. Con carácter de reservado, el Consejo de Administración de la Asamblea habría conocido un pedido de seguimiento del embarazo de Diana Salazar, en cuanto a si es o no de alto riesgo. Ojalá se autorice la transparencia, sin reserva alguna, de lo expresado y actuado en esa sesión, para que se evidencie a quienes impulsan ese agravio a la fiscal general, Diana Salazar. Vergüenza de aquellos. (O)