A muchos de ustedes les habrá sorprendido que de pronto se hable de una crisis fiscal portentosa que requiere pedirles a las empresas que anticipen impuestos, gravarlas en función de ingresos pasados, a los bancos igual pero por partida doble, elevar el IVA en tres puntos a 15 %, subir la gasolina a precios internacionales y que, además, esto no alcance. ¿Qué pasó?

Crisis fiscal de Ecuador: ‘Sin reducir subsidios a combustibles o subir IVA del 12 % al 16 % no veo cómo se puedan cuadrar los números’

Son tres factores principales:

- El ciclo de nuestra deuda. En 2017 Correa pone a Moreno en el poder para que el desastre económico que armó no le reviente a él sino a un chivo expiatorio. Moreno resultó más astuto de lo que muchos creían. No estuvo dispuesto a pagar los platos rotos. Le tomó un año zafarse del gabinete que le armó Correa, partió en dos el bloque correísta, quedándose con la mitad de los asambleístas, y en 2018 le pidió auxilio al Fondo Monetario para evitar el colapso. Con ayuda del Fondo, Ecuador reestructuró su deuda con los mercados financieros posponiendo su pago para 2025 en adelante y recibió créditos durante 2020, 2021 y 2022, mientras adoptaba cambios estructurales. Pero desde 2023 ya no hay ese apoyo financiero. Por eso el excelente desempeño económico de 2021 y 2022 según la reciente evaluación del Banco Central y el estancamiento de 2023.

- El deterioro del entorno internacional. Como consecuencia de la emisión monetaria que hicieron para mitigar los efectos de las cuarentenas adoptadas para combatir el COVID-19, los países desarrollados con EE. UU. a la cabeza sufren de alta inflación. Para bajarla elevan la tasa de interés. El Fed de los EU. UU., de 0 % en el primer trimestre de 2022 a 5,25 % desde mediados de 2023 a la fecha. Como la tasa de interés de nuestra deuda externa es flotante indexada a la tasa del Fed, los intereses sobre nuestra deuda son 5,25 puntos más elevados de lo que eran para cuando teníamos el acuerdo con el Fondo. El costo de servir la deuda se volvió empinadísimo. A la vez, la desaceleración de la economía mundial de los países desarrollados por la política monetaria restrictiva más la gran crisis por la que pasa China han disminuido la demanda de petróleo, por lo que el petróleo que baja de precio y con eso menor ingreso de divisas y renta fiscal. En fin, los coletazos del COVID significan más pago por la deuda externa y menos ingresos por petróleo. Combinación explosiva.

(...) ese dinero se destinará a pagar la deuda externa y sustituir los ingresos que se dejan de recibir del ITT.

- El tercer factor es exclusivamente nuestra responsabilidad. En ese entorno de menos crédito externo, comienzo de la amortización de la deuda externa, elevación de la tasa de interés a la que servimos la deuda, y menores rentas petroleras, decidimos aceptar la iniciativa de la Corte Constitucional de renunciar a la producción petrolera en el único campo con reservas importantes por desarrollar, y, además, la Corte le impone al Gobierno agosto como plazo para que invierta en el desmantelamiento del campo y retiro de toda la infraestructura. De locos.

La salida del hueco fiscal es extraer dinero de las empresas, que invertirán menos; de los bancos, que tendrán menos fondos para prestar a los privados; y de los ciudadanos vía impuestos. Y todo ese dinero se destinará a pagar la deuda externa y sustituir los ingresos que se dejan de recibir del ITT. El equilibrio fiscal requiere empobrecer a la ciudadanía. Pero esas son las consecuencias de las malas políticas públicas. (O)