De una tendencia alarmante habla la Organización Mundial de la Salud (OMS) después de analizar las muertes en el mundo a causa de la hepatitis.

El virus mata a más de 3.500 personas cada día, una cifra en aumento, advierte la entidad y llama a tomar medidas urgentes.

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Un reporte del cable internacional señala que 187 países analizados muestran que el número de muertes por hepatitis viral subió a 1,3 millones en 2022, desde 1,1 millones en 2019. Si bien el informe de la OMS difundido esta semana con ocasión de la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis precisa que dos tercios de los casos están en Bangladés, China, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Rusia y Vietnam, es una alerta para que los Gobiernos revisen las medidas en sus países.

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En Ecuador los registros del Ministerio de Salud señalaron 344 casos de hepatitis B en 2019 y en los dos siguientes años sumaron 288. La prevención de enfermedades infecciosas mediante la inmunización es el camino que ha tomado el país desde hace décadas.

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Pese a no ser considerada una nación endémica para la hepatitis, en el plan de salud del Ecuador consta de manera obligatoria la vacuna contra la hepatitis B pediátrica para los recién nacidos.

Es plausible que así sea y se mantengan en el tiempo las políticas de prevención. Una acción adicional conveniente sería la realización de análisis y una campaña informativa sobre esta enfermedad que se presenta a través de la inflamación del hígado y detectada a tiempo se puede evitar su contagio y que llegue a ser grave.

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La OMS anota que hay medicamentos baratos y efectivos para combatir a estos virus. Sin embargo, solo el 3 % de quienes sufren hepatitis B crónica recibieron tratamientos antivirales en 2022 en el mundo. Para la hepatitis C, solo el 20 % de las personas infectadas fueron tratadas.

El objetivo global de tratar al 80 % de todas las personas que viven con hepatitis B y C crónicas hacia 2030 parece lejos de cumplirse, por ello la necesidad de más prevención y diagnóstico. (O)