La tragedia que dejó al menos 58 fallecidos en República Dominicana, además de expresiones de solidaridad y dolor que llegan de diversas naciones, alerta sobre el estado de los sitios de diversión. El martes, en Santo Domingo, el techo de la discoteca Jet Set, uno de los locales emblemáticos de la capital, colapsó durante la presentación del merenguero Rubby Pérez.
El sitio, con una capacidad de mil personas, estaba a la mitad, pero las consecuencias son dramáticas. Entre los fallecidos hay deportistas y políticos.
El suceso revive temores por la seguridad en locales de alta concurrencia en República Dominicana, de acuerdo con información local. También es una advertencia a nivel global sobre las garantías que se ofrece a quienes acuden a actos masivos.
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Falleció Rubby Pérez, tras la tragedia en la discoteca Jet Set, en República Dominicana
La discoteca Jet Set es reconocida por quienes visitan la turística República Dominicana. Fue inaugurada en los años setenta y mantenía estrictos controles de acceso, pero tras el colapso las investigaciones se centran en las condiciones de mantenimiento de su estructura.
La prioridad en este momento está en las tareas de rescate. Luego las autoridades determinarán las causas del dramático suceso.
El mantenimiento y control de los sitios de asistencia masiva es clave para la seguridad en todos los países. Lo ocurrido en República Dominicana levanta una alerta general para evitar este tipo de desgracias.
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En Ecuador los conciertos y otros eventos públicos requieren de diversos permisos otorgados por los Gobiernos descentralizados, intendencias de Policía, Bomberos e incluso Gestión de Riesgos.
La verificación de que se cumpla con todos los parámetros de seguridad en una actividad de asistencia masiva es vital para evitar hechos que se tengan que lamentar.
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También es necesario que los responsables de los sitios de diversión realicen mantenimientos periódicos y que la autoridad competente se mantenga vigilante a esta responsabilidad. (O)