El miércoles el sector comercial de la Bahía, en Guayaquil, amaneció con la noticia de que seis de sus módulos (locales) habían sido destruidos por algún artefacto explosivo. Todo indica que por motivos de extorsión a los comerciantes. Estos ya venían discutiendo con las autoridades para definir estrategias de seguridad para continuar con su trabajo. Se había llegado a un acuerdo de aumentar la presencia uniformada, pero los comerciantes dicen que no se ha implementado.
En esta zona en las últimas semanas se han dejado panfletos amenazantes en los que se solicita la ‘colaboración’ a los comerciantes por parte de supuestos grupos delictivos que piden hasta $ 200 y $ 300 semanales, además de la cancelación de una entrada de hasta $ 3.000.
La Bahía es un importante lugar para esta ciudad, cuyo principal motor siempre ha sido el comercio, actividad tradicional en su pujante comunidad, que ahora pide más apoyo para que no tengan que pagar una mal llamada ‘vacuna’ que les quite parte de su sustento para poder trabajar y se financien actos delictivos. El llamado a la acción es urgente.
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Según la Policía, quien estaría detrás de esta y otras explosiones registradas sería una presunta banda o grupo que se estaría tomando el nombre de al menos tres organizaciones delictivas conocidas para intimidar a los comerciantes. La institución ha indicado que se reforzará la presencia policial con al menos 60 efectivos del distrito 9 de Octubre y de la Zona 8. Esperemos que se cumpla y dé resultados.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, señaló que se colabora con la Policía en las investigaciones correspondientes. Desde esta institución también se indicó que se ha dispuesto la reparación y reposición de las estructuras afectadas por la explosión del martes en la noche.
Es vital que Policía Nacional, Ministerio del Interior y Alcaldía aúnen esfuerzo para que quienes trabajan en esta zona, y en general en la ciudad, puedan hacerlo con tranquilidad, aportando al desarrollo de sus familias y de la sociedad. (O)
