El béisbol de Grandes Ligas es un deporte que maneja muchas estadísticas. Varias de ellas generan grandes expectativas y cuando se trata de récords que son difíciles de romper o igualar estos registros se convierten en atracciones que acaparan la atención de los aficionados cuando un pelotero está en camino de hacerlo.

Tal situación ha ocurrido en este 2022 con la notable producción de jonrones de Aaron Judge, jardinero de los Yankees de Nueva York. La noche del pasado miércoles 28 septiembre, en el partido frente a los Azulejos de Toronto, con la pizarra empatada a 3, en el séptimo episodio hizo historia. En su cuarto turno y con la cuenta de 3- 2 conectó el envió.

Aaron Judge, jonronero de los Yankees, es la atracción mayor de las Grandes Ligas

Los asistentes al Rogers Centre se pusieron y siguieron con sus miradas la trayectoria de la pelota, que cayó en el jardín izquierdo. Fue el cuadrangular más esperado de los últimos tiempos y sirvió para Judge empatar la marca 61 jonrones impuesta por el legendario Roger Maris, de los Yankees, para la Liga Americana en 1961. La pelota cayó entre los fanáticos y fue recogida por el entrenador de pitchers Matt Buschmann, quien se la pasó a Aaron Boone, mánager de los Bombarderos, para asegurarse de que esta llegue a las manos del bateador.

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Al final del juego el toletero dijo: “Solo quería salir a hacer mi trabajo y apoyar a mi equipo. ¡Fue genial! No esperaba la ovación del público y de mis compañeros. Estoy jugando un partido de niños y esto me encanta. Definitivamente siento un poco de alivio de llegar a los 61. Tratas de no pensar en eso, pero es inevitable. Esta es una oportunidad para estar cerca de Roger Maris y son cosas con las que sueñas”.

Y después del 61 el martes pasado, Juge quebró el récord de cuadrangulares en la Liga Americana este martes al conectar el número 62 en el partido que sus Yankees perdieron 3-2 ante los anfitriones Rangers de Texas, en un segundo juego de una doble cartelera.

Judge, de 30 años, castigó con su bombazo en el mismo primer inning al abridor derecho venezolano Jesús Tinoco. La fanaticada se levantó para darle a Judge una ovación de pie mientras recorría las bases y después fue recibido por sus compañeros de equipo reunidos en el plato. Se hizo de rogar ese vuelacercas número 62 puesto que Jude había igualado casi una semana antes a 61 con Maris pero desde entonces no había conseguido mandar la pelota fuera del parque. El llamado Juez como dictó sentencia.

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Pero antes del cuadrangular 61 daba la impresión de que no lo había distraído el tema, pero al final confesó que no era así. Tuvo que esperar ocho partidos y 30 turnos porque los serpentineros rivales no le acercaban los envíos. Nadie deseaba estar del otro lado de la medalla y ser el lanzador que recibiera el jonrón histórico. Muchos prefirieron otorgarle en total doce bases por bolas antes que correr el poco honroso honor de que le saquen el batazo número 61.

Una anécdota: al ser altamente probable que se daría un suceso histórico cada vez que Judge tomaba su turno, el juego se retrasaba unos segundos para que los árbitros usarán pelotas nuevas, con aditamentos tecnológicos que tras un jonrón permitieran certificar que efectivamente se trataba de la bola que Judge conectó.

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La expectativa aumentó luego del bambinazo número 60. Tanto interés hubo que que las transmisiones de Grandes Ligas por televisión tuvieron un incremento de 23% en la audiencia en 23%. Muchos aficionados que asistieron a los estadios donde Judge podía pegar el 61 recurrieron a la reventa para conseguir boletos y pagar hasta cinco veces más del valor habitual. La esperanza de ser testigos de una eventual hazaña y estar detrás de los jardines para intentar atrapar la pelota del jonrón que quedará en el recuerdo no tiene precio.

Nueva York y sus fanáticos han tenido el honor de ver una temporada regular de ensueño. Con 99 victorias, aseguraron quedar libres en la primera ronda de playoffs y tienen la ventaja de jugar después como local en la Serie Divisional. (O)