El presidente de la República, Guillermo Lasso, firmó el 18 de marzo del 2022 un decreto ejecutivo para declarar al deporte nacional como “política de Estado”. Dijo el primer mandatario: “Con este decreto queremos que el deporte sea una prioridad para convertir al país en una potencia deportiva, al desarrollar el deporte formativo y garantizar la asignación de recursos para el Alto Rendimiento”.

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Además, el 14 de enero anterior, el ministro del Deporte, Sebastián Palacios, expresó de manera pública en el programa de apertura de los Juegos de Playas en General Villamil, organizados por la Federación Deportiva del Guayas, que “los presupuestos serán incrementados cada año”.

‘Deporte como política de Estado’, pero esa actividad sufre recorte de presupuesto

Estos dos anuncios generaron mucho entusiasmo y nos hicieron creer que vendrían mejores amaneceres y que nos esperaba un gran futuro. La alegría duró muy poco, porque hace escasos días se conoció que los organismos de toda la estructura deportiva sufrirán un nuevo recorte por segundo año consecutivo.

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¿Qué pasó con todo lo anunciado? No hay una sincronización entre el decreto ejecutivo y lo anunciado por el ministro con la realidad; hay cosas que no cuadran, o es que alguien tomó decisión contraria al deseo o sueño del mandatario. Esta reducción traerá una mayor contracción a la actividad, disminución de personal, despido de entrenadores, eliminación de planes, cancelación de competencias, concentraciones, giras, y los escenarios estarán en malas condiciones porque no habrá dinero para mantenimiento.

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Estas son épocas de dificultades socioeconómicas, con alto porcentaje de niños y jóvenes que no pueden ni siquiera concurrir a estudiar en escuelas y colegios; y otros que sí asisten a centros educativos lo hacen, incluso, sin haber desayunado. En estas circunstancias, es ingenuo esperar que los menores puedan financiar su ingreso al deporte. Probablemente, muchos que poseen habilidades naturales y talento para el deporte quedarán al margen de su práctica, y un mejor desarrollo físico y mental quedará limitado.

Tengo la sospecha de que los recortes planificados por el Ministerio del Deporte servirán para financiar otros planes manejados de manera directa por esta cartera de Estado, como el llamado Hincha de mi Barrio, que es de tipo recreativo. De ser así, esas tareas les corresponden a organizaciones barriales constituidas de manera legal. Además, si desde el Mindeportes quieren acometer otros proyectos, deben hacerlo sin mermar, rebajar ni quitarles recursos a otros.

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Es cierto que las actividades recreativas y de corte social son beneficiosas, pero deben estar a cargo de las organizaciones deportivas que tengan mayor conocimiento y experiencia al respecto. Ecuador necesita optimizar y aumentar los recursos que permitan igualar y mejorar los niveles de acceso a la disciplina formativa para que luego, desde ese ámbito, se alimente e incremente el Alto Rendimiento.

Nos alegramos mucho cuando los atletas consiguen medallas, pero estas se logran como consecuencia de los recursos que entrega el Estado. En los países vecinos, en nuestra región, los deportistas reciben mayor apoyo porque hay una mejor estructura. Si tan solo pudiéramos igualarlos, tendríamos mejores resultados con nuestros deportistas, por lo que es urgente una explicación desde el Ministerio del Deporte sobre lo que se avecina en cuanto a dinero.

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Es necesario hacer corrección o rectificación oficial acerca del recorte de presupuesto que se anticipa desde el Mindeportes. (O)