La conquista del llamado torneo Pentagonal, jugado en el estadio Nacional de Lima en 1964, fue la antesala del título sudamericano de béisbol que ganó Ecuador en 1966 en Guayaquil, corona que lo elevó a bicampeón porque en 1963 se consagró en Buenos Aires. Lo anecdótico del asunto es que pocos meses antes del certamen limeño vino a la ciudad la selección de Panamá y ganó todas sus presentaciones. Esto generó pesimismo entre la directiva y los fanáticos, tanto que nadie quería presidir la delegación que se trasladó por temor de un papelón.