Primero: la FIFA no regala premios ni mete la mano, organiza, sí, el The Best, hace el recuento de votos y luego entrega el trofeo. Los votos son de los capitanes y entrenadores de las 211 selecciones del mundo. Cada gremio representa un 25% de la elección. A ellos se suman un periodista de cada país (otro 25%) y finalmente el voto de los aficionados vía Internet (un 25% más). Y se difunde el voto de cada uno. Todo transparente.

Segundo: Messi igualó el primer puesto con Erling Haaland, pero conquistó la estatuilla porque, según las Reglas de Asignación del The Best (art. 12), los votos de los capitanes de las selecciones prevalecen y en ese rubro Messi se impuso sobre Haaland de manera aplastante: 677 a 557 puntos. De los 208 capitanes que finalmente sufragaron, 107 optaron por Messi y sólo 64 por Haaland. Ni la FIFA ni el marketing, los futbolistas decidieron el premio.

Tercero: Lewandowski, Salah, Harry Kane, Mbappé, Modric, Donnarumma, Son, Memo Ochoa, Paolo Guerrero, Federico Valverde, Gary Medel, Enner Valencia, Falcao García, Gustavo Gomez, Pulisic, Koulibaly, Lukaku, Edin Dzeko, Aaron Ramsay, Calhanoglu, Skriniar, Jan Oblak, Andy Robertson, Virgil Van Dijk… Los brazaletes más importantes del mundo le dieron a Messi el número uno.

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Cuarto: los jugadores son los que mejor saben lo que se puede o no se puede hacer en una cancha de fútbol. Y ellos votaron a Messi. Si ganaba Haaland estaba perfecto, incluso si se lo llevaba Mbappé, aunque con menos pergaminos. Los tres son los más destacados del momento.

Quinto: el principal sorprendido del triunfo de Messi es Messi, que ni asistió a la premiación ni envió a nadie a recoger el premio.

Sexto: “Han robado a Haaland”, escribieron en los foros algunos fanáticos del Manchester City, el club que tiene 150 denuncias por violar el Fair Play Financiero y, gracias a ello, a comprar por fuera de las reglas y celebrar decenas de títulos. Por eso los dirigentes del City no abrieron la boca.

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Séptimo: en Madrid están que vuelan porque Messi resultó ganador. Todo lo que no gane un madridista está mal. Y si lo gana Messi está peor. “Puñalada a Haaland... y a Messi”, titula dramáticamente Aritz Gabilondo, columnista del diario As. “Messi fue proclamado mejor jugador del mundo para la FIFA y no hizo acto de presencia. Ni se le esperaba ni seguramente le apetecía pasar por el trago amargo de recoger un premio que sabía que no merecía”, escribe Gabilondo.

Octavo: “Messi es el único futbolista de la historia que cada vez que recibe un premio soportan una avalancha de críticas él, el premio y los que votaron por él. Cuando lo gana otro las aguas están más calmadas. ¿Quién sigue provocando que disfrutemos del juego, Messi o Haaland…? ¿Quién sigue representando a alto nivel la esencia misma del juego si no Messi…? Cuando Messi se retire, el fútbol se hará ordinario y ni con 500 goles más Haaland estará a su altura. Pero si el noruego gana el Balón de Oro o el The Best seguro nadie lo discutirá”. De Ricardo Vasconcellos Figueroa, editor de Deportes de EL UNIVERSO.

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Noveno: Messi obtiene el Premio The Best habiendo entrado en la vigésima temporada de su carrera. Verdaderamente, un milagro, como es milagroso que Cristiano Ronaldo haya marcado 54 goles en 2023, casi rozando los 39 años. Dos fenómenos irrepetibles.

Décimo: en el voto electrónico hubo una diferencia abismal a favor del argentino: 613.293 aficionados se decantaron por Messi, en tanto 365.893 escogieron a Haaland.

Decimoprimero: Messi tiene que sentirse muy orgulloso de su triunfo, ganó con amplitud entre sus colegas y entre el público, que lo ama, los dos sectores más importantes de este deporte. Gana por la fascinación que ejerce su juego y por la idolatría que genera entre los demás futbolistas.

Decimosegundo: si Pelé hubiese ejercido en esta época también habría ganado siete u ocho Balones de Oro y cuatro o cinco The Best. Y hubiese estado perfecto. Dominó el fútbol durante quince años. En su tiempo había buenos, pero no tan buenos como él. ¿Los tuiteros y periodistas también hubiesen dicho “Eh… a Pelé le regalan los premios”…?

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Decimotercero: “Messi ya no es el mejor del mundo”, me dice un amigo. ¿Y quién es el mejor del mundo…? ¿Haaland, Mbappé, Vinicius…? Justamente, lo que sucede es que, fuera de Messi no hay un “mejor del mundo”. Entonces, cada vez que llega la hora de los premios se pone sobre la mesa de debate MÉRITO versus CALIDAD. Y la calidad de Messi es muy superior a la de los demás, pero el mérito de los otros no es tan superior al de Messi.

Decimocuarto: este trofeo no premia al jugador con más cantidad de goles anotados o al que corre más rápido. Sino al que mejor jugó al fútbol. Y en esto Messi es insuperable.

Decimoquinto: el desembarco de Messi en Estados Unidos ha sido tan sensacional que podría cambiar la historia del deporte en el país número uno del mundo, aficionado al béisbol, al básquet o al fútbol americano. Se verá con el tiempo. Y eso pasó en 2023.

Decimosexto: este cronista votaba por Haaland (está escrito en la columna del último domingo), porque sus méritos fueron enormes e indiscutibles. También lo es que, en el City, Haaland fue una figura más. De Bruyne, Rodri, Bernardo Silva, Gundogan, Mahrez o Stones tuvieron un rendimiento excepcional, quizás superior al del noruego. Y marcaron los goles en los partidos clave, donde Haaland no apareció. Y que con Noruega fracasó estrepitosamente.

Decimoséptimo: hinchas del Real Madrid insultaron a Modric y Valverde en redes por votar a Messi en el The Best. No sorprende. Meses antes David Alaba tuvo que dar explicaciones a los hinchas merengues por haber votado a Leo en el Balón de Oro. ¿Por qué tanto odio del madridismo a Leo Messi…?

Decimoctavo: fue una gala desangelada, sin chispa, y con una imperdonable falla de organización de la FIFA: no se aseguró que los ternados acudieran a la ceremonia. No fue ninguno de los tres. En el caso de Messi, ya sabían que no viajaría y ni siquiera dispusieron que alguien recibiera su trofeo. En cuanto a Haaland, al menos estaba su padre. Mbappé tampoco fue porque sabía que no entraba en la pelea.

Decimonoveno: en todo el mundo, vaya con el equipo que vaya -Barcelona, Argentina, PSG, Inter Miami- cientos de miles de personas hacen sacrificios, se apelotonan y pagan lo que sea por ver a Messi, pero ¿alguien compra una entrada para ver a Haaland…?

Vigésimo: nunca puede ser un escándalo que Messi gane un premio. Es el fútbol mismo. (O)