Contra Argentina fue el debut oficial del DT español Félix Sánchez Bas al frente de nuestra Selección. Aunque el resultado fue derrota por la mínima diferencia (1-0), el sistema táctico y la estrategia utilizados fueron mezquinos. Si bien es cierto que destacó la defensa, fortalecida por un alto nivel de los integrantes, el accionar donde se elabora y construye la ofensiva fue muy pobre; no hubo posesión ni argumentos para contragolpear. Argentina, que no jugó un gran partido, aprovechó un tiro libre ejecutado por Lionel Messi y punto final.

El silencio es cómplice en nuestro fútbol

Ante Uruguay obligatoriamente Sánchez Bas debía modificar la estrategia y por ende la alineación de jugadores que la puedan implementar. La inquietud previa era qué cambios realizaría para presentar un equipo equilibrado, con ambición ofensiva y defensiva. Uruguay le había ganado contundentemente a Chile en el Centenario. La prensa charrúa corroboró el temperamento conflictivo de Marcelo Bielsa respecto al periodismo. En su última rueda de prensa en Montevideo, dijo: “Todos ustedes pertenecen a empresas que no jerarquizan el talento para construir ideas que enriquezcan a los amantes del fútbol. Lo que les demanda es que sean escuchados”. El 3-1 aplacó el fuego de la discusión.

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En Quito, frente a los celestes, Sánchez Bas a última hora modificó la alineación que tenía prevista, en razón de que por algún medio habría conocido la disposición táctica de Bielsa y le dio resultado porque desconcertó al equipo rival. El triunfo de Ecuador no admite duda alguna porque se consiguió por dos factores primordiales: la entrega y la convicción de que era factible ganar. Hay que resaltar la actitud, porque no es nada fácil, en condición de local, revertir un resultado parcial negativo cuando se juega contra un rival bravo, luchador y además rejuvenecido y dispuesto a superar la dificultad de la altura.

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Agreguemos que la táctica de Bielsa, confesada por él en la rueda de prensa pospartido, era intentar que la disputa sea en el medio campo y ampliar la cancha por los costados para neutralizar al rival y además tener armas ofensivas. No fue nada fácil para la Selección sortear esas dos dificultades que presentó el compromiso.

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Las dudas sobre la posibilidad de no superar los problemas creó incertidumbre en los días previos al debut de Sánchez Bas como local, en Quito, por su inexperiencia para aprovechar esa ventaja geográfica, como la hacía Hernán Darío Gómez (en el camerino decía: “Le jugamos el primer tiempo circulando la pelota, para agarrarlos con la lengua afuera en el segundo”).

La confirmación de Hernán Galíndez en el arco representó un voto de confianza para quien injustamente fue criticado en su presentación en Buenos Aires. Muchos opinan que el gol de tiro libre de Messi fue culpa de Galíndez, acusado de exceso de pasividad en sus movimientos ante el disparo. Eso se incrementó con voces de exfutbolistas que cuestionaron que técnicamente se movió lateralmente, cuando debió hacerlo diagonalmente, conociendo que Messi en esa posición habitualmente la coloca sobre ese ángulo.

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Pero además de esos reproches Galíndez debió soportar algo peor. Algunos periodistas se atrevieron a cuestionar el intercambio de camisetas con Messi. El periodista Álvaro Morales, guatemalteco nacionalizado mexicano, posteó en sus redes sociales: “Esto es indignante. Es para que la Federación, cuerpo técnico y jugadores expulsen a Galíndez de la Selección ecuatoriana”. Le pides al tipo que te marcó el gol –compatriota tuyo de nacimiento– la camiseta. En un tiro libre, que ni falta era y, en el cual, ni te lanzaste. Un descaro”. Morales es un contradictor permanente de Messi, pero con ese afán también fustigó la actuación de Galíndez. El mexicano también encendió la chispa para que miles de borregos ecuatorianos malintencionados disfrutaran de esa hoguera infame.

Hizo bien Sánchez Bas en ratificar la titularidad de Galíndez, pero también hay que destacar la modificación sorpresiva: incluir al joven Kendry Páez para que debute en un partido tan complicado y que iba a requerir de experiencia, temple y desarraigo de cualquier miedo escénico. Las dudas lógicas fueron despejándose en el transcurso del partido. Páez demostró que tiene pasta, jerarquía y nivel para trascender. El joven de 16 años es un volante que puede convertirse en un crack con ribetes insospechados. Páez tiene visos técnicos como los que solía lucir el histórico Polo Carrera.

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Impresionó por la edad el brillante estreno de Kendry Páez, que varios artículos de prensa mencionaron que se había convertido en el futbolista más joven en debutar con la selección absoluta de Ecuador. Las estadísticas aclaran que en las eliminatorias para el Mundial de 1962 el legendario Jorge Pibe Bolaños tuvo su primer duelo oficial contra Argentina el 4 de diciembre de 1960 cuando tenía 16 años, 3 meses y 7 días de edad. Páez lo hizo contra Uruguay con 16 años, 4 meses y 8 días. Son datos que recalco tan solo para precisar la información correcta.

A los uruguayos se les ganó 2-1 porque se aprovecharon dos ocasiones de gol que las pudo concretar el defensa central Félix Torres. El esquema ofensivo dejó muchas dudas porque adoleció de jugadas asociadas, no tuvo peso la propuesta de Enner Valencia con Jhojan Julio. Respecto a Moisés Caicedo rindió a cuentagotas, pero se va reencontrando con el jugador referente y más importante que debería tener nuestra Selección. Tampoco las modificaciones de Sánchez Bas fueron efectivas. Esto debería llevarlo a realizar cambios para las próximas convocatorias, porque en esta última, sin ninguna explicación, marginó a varios jugadores a quienes necesitaba pero no los tenía.

Gran polémica también trajo la última jugada de ataque de Uruguay, cuando nuestro arquero manoteó a un rival (Facundo Torres) que había cabeceado el balón. La prensa uruguaya y el árbitro argentino Javier Castrilli han insistido en que fue falta con penal a favor de los charrúas, considerando que el reglamento indica que la imprudencia es sancionada y no la intención.

Ante tanta polémica la Conmebol liberó los audios del VAR y así permitió conocer el criterio usado para resolver esa acción tan conflictiva. Los jueces coligieron que fue un contacto normal por ser accidental y que la intención del arquero fue defender la pelota y luego impactó al rostro del adversario. Es verdad que los audios liberados apaciguaron los ánimos. A mí no me termina de convencer la conclusión. Mi criterio es que hubo falta penal, pero también debo considerar la diversidad de criterios para decidir que han tenido los árbitros en jugadas similares. Otros celebran la decisión de Wilton Sampaio y compañía porque al fin una decisión arbitral nos favorece, tras tantas injusticias arbitrales sufridas en la historia por nuestra Selección. Una premisa que tampoco es aceptable.

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En fin, lo importante es que Ecuador ganó, que el partido movió pasiones, puso en la discusión interpretaciones sobre la aplicación del reglamento y también que el resultado ocultó el rendimiento de nuestra Selección, que deberá mejorar si quiere ser candidata firme para la clasificación a la próxima Copa del Mundo. (O)