Nueva Zelanda derrotó 1-0 a Noruega y Australia se impuso a Irlanda por idéntico marcador, el jueves en la jornada inaugural del Mundial Femenino celebrado en los dos países de Oceanía.

En el primer duelo de la fecha, las Football Ferns neozelandesas vencieron con una anotación de la delantera Hanah Wilkinson al minuto 48 ante más de 40.000 aficionados que desafiaron el frío invernal (austral) para apoyar a su selección en el Eden Park de Auckland.

Poco más tarde, las Matildas australianas se adjudicaron la victoria con un gol de penal cobrado por la defensa Steph Catley al minuto 52, ante casi 76.000 espectadores en el Stadium Australia de Sídney.

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El primer partido comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de un tiroteo el jueves en Auckland que dejó dos muertos, además del atacante.

Nueva Zelanda dominó las acciones con un equipo de mucho empuje, alentado por su público, pero con dificultades para definir en el último cuarto del terreno.

Hannah Wilkinson, una delantera de velocidad y potencia, aprovechó un centro rasante de Jacqui Hand para poner el 1-0 en el marcador.

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Después de la anotación, Noruega mostró pocos arrestos como para igualar las acciones, y más bien fue la neozelandesa Indiah-Paige Riley la que obligó a la portera nórdica Aurora Mikalsen a una intervención salvadora al minuto 60.

Al cierre del partido las locales tuvieron la oportunidad de ampliar el marcador con un lanzamiento de penal, pero la volante Ria Percival pegó su disparo en el tubo.

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Las jugadoras neozelandesas salieron visiblemente emocionadas y con lágrimas en los ojos después de obtener su primera victoria mundialista.

En el segundo duelo de la fecha, las Matildas fueron más persistentes en el ataque y control del balón durante la primera parte, en que las irlandesas plantearon un cerrojo defensivo con rápidos contragolpes.

El esquema defensivo rindió frutos en los primeros 45 minutos para Irlanda, debutantes en un Mundial Femenino mayor, mientras Australia acusó la ausencia de su delantera emblemática Sam Kerr, aquejada de una lesión de pantorilla.

La defensa Steph Catley rompió el cerrojo mediante lanzamiento de penal al minuto 52, luego de que la atacante Hayley Raso fuera derribada en el área.

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Irlanda modificó su disposición en los últimos 20 minutos, adelantando líneas en busca del empate, y logró poner en aprietos a la zaga australiana, especialmente con los cobros de esquina de Katie McCabe.

El partido terminó con Australia cuidando la ventaja mínima en el marcador ante las arremetidas irlandesas. (D)