Caídas colectivas, fracturas de huesos y sueños que se rompen. Semana tras semana los ciclistas visitan el hospital: el miércoles le tocó a la estrella belga Wout Van Aert, recordando los peligros crecientes de un deporte que no deja de acelerar.

En los últimos días varias carreras han estado marcadas por caídas graves. En Francia, la mitad del pelotón se fue al suelo, con la piel levantada, el domingo en la Roue Tourangelle.

‘Nos vemos pronto’, asegura Richard Carapaz tras caída en Tirreno Adriático

También el ciclismo ecuatoriano se vio afectado esta temporada. Primero fue Richard Carapaz con una aparatosa caída cortó su participación en la Tirreno Adriático, al caer en la última etapa, aunque tras las valoraciones médicas aseguró que “todo está bien, nada está roto”, y que “nos vemos pronto en la siguiente carrera”, con su actuación anunciada para entre el 1 y 6 de abril en la Itzulia Basque Country.

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La más reciente caída fue la del campeón nacional Jhonatan Narváez en la clásica belga Gent-Wevelgem, lo que obligó su abandono. El informe médico de Ineos señaló conmoción cerebral , lo que cortó su actividad en la temporada de clásicas, con retorno inmediato al país para recuperarse.

Las clásicas han concluido para mí, no de la forma en que quería después de muchos meses de trabajo. Espero volver así de fuerte para la próxima”, escribió el Lagarto en sus redes sociales.

El miércoles una nueva caída masiva en la París-Camembert, con varios abandonos, entre ellos el de Jason Tesson, vencedor precisamente de la Roue Tourangelle.

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Pero sobre todo la violenta caída del miércoles en la carrera A Través de Flandes, con varios ciclistas lesionados de gravedad, entre ellos Wout Van Aert, con fracturas en una clavícula, varias costillas y el esternón, lo que le hace abandonar su sueño de ganar el domingo el Tour de Flandes o la París-Roubaix el próximo fin de semana.

El ciclista del equipo Visma, que estará de baja varias semanas, fue operado “con éxito” en la noche del miércoles en Herentals, su ciudad natal y “su participación en el Giro de Italia (en mayo) está en duda. Tomará una decisión en las próximas semanas en función del avance de su convalecencia”, añadió Visma.

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Justo después, otro belga, Jasper Stuyven, pasó por el mismo hospital para tratar una fractura de clavícula, involucrado en la misma caída. “Puede que tomemos el café juntos por la mañana”, señaló Stuyven, vencedor de la Milan-San Remo en 2021, en el diario belga HLN.

El luxemburgués Alex Kirsch, su compañero en el equipo Lidl-Trek, se rompió la mano. El líder de la formación, Mads Pedersen, escapó por los pelos, únicamente con rasguños.

La caída del miércoles fue especialmente violenta, pero pocas son las carreras que finalizan con un boletín médico intacto.

Desde el comienzo de la temporada, decenas de corredores han finalizado en la ambulancia. Solo el mes pasado la lista de roturas de clavícula, la fractura de los ciclistas, incluye a Sénéchal, Rui Costa, Johannessen, Lemmen, Capiot, Ackermann, Kelderman y Gee.

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En ocasiones el drama alcanza a la muerte, como le ocurrió al suizo Gino Mader en junio de 2023, cuando descendía un puerto en la Vuelta a Suiza.

El ciclista suizo Gino Mader sufrió un accidente mortal en la edición 86 del Tour de Suiza, el 15 de junio de 2023. Foto: EFE

Uno de los factores es la velocidad cada vez superior que alcanzan los ciclistas, que también retrasan al máximo la frenada, gracias al sistema de disco, más eficaz.

“El nivel medio del pelotón es muy alto y la precisión enorme para estar bien situado, adelante”, subrayó el veterano belga Tim Declercq, del equipo Lidl-Trek.

‘Todos tenemos miedo’

El mobiliario urbano, destinado a ralentizar la circulación de los coches añade peligro a los ciclistas. “En coche entramos en el centro de las ciudades a 30 kilómetros por hora y en bici llegamos a 60 km/h. Ahí queda eso”, señala el ciclista francés Benoit Cosnefroy.

“Las caídas forman parte de nuestro deporte pero podemos actuar en la protección de los corredores”, añade Jan Bakelants, en su día portador del maillot amarillo del Tour de Francia y actualmente comentarista para el medio belga Sporza.

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Cercano a Van Aert, propone la utilización de una especie de airbag que se coloca en la espalda, como en el esquí. “Necesitamos medidas que atenúen las consecuencias de una caída”, añade.

A la espera, los ciclistas conviven con los daños físicos pero también psicológicos que suponen los accidentes. Por ejemplo el francés Pierre Latour no es capaz de superar su miedo a caer en los descensos, como el español Enric Mas, un líder lastrado por su poca eficacia en este ejercicio.

Campeón del mundo en 2020 y 2021, Julian Alaphilippe, que sufrió un grave choque contra un árbol en la Lieja-Bastoña-Lieja en 2022, admite tener “un poco más de miedo” que antes.

“Cuando escuchas una gran caída no lejos de ti, el ruido del carbono que se rompe, los chicos que gritan... Todos tenemos miedo. No conozco a ningún ciclista que no tenga miedo”, dice Cosnefroy. (D)