El esloveno Tadej Pogacar (UAE), ganador de la segunda etapa del Giro de Italia y nueva maglia rosa, consideró “un sueño hecho realidad” convertirse en líder y completar el ciclo de triunfos en las tres grandes vueltas.

“Es un sueño hecho realidad, una victoria increíble. Después de haber ganado en la Vuelta y el Tour, logré ganar una etapa en todas las grandes vueltas. No es algo que todo el mundo tenga y es algo grande en el ciclismo”, señaló emocionado el doble ganador del Tour de Francia.

Pogacar ganó en solitario después de sufrir una leve caída, remontar y marcharse en solitario hasta la cima de Oropa.

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El ciclista no ocultó su enojo con su equipo y todo aquel que se cruzase en su camino en ese momento. A 11,2 km de la meta, encarando la subida al Santuario di Oropa, primer final en alto ya en la segunda etapa del Giro de Italia, se fue al suelo.

La llanta de su rueda trasera dijo basta, y Pogacar perdió el control de su bicicleta, besando el suelo. Casi atropellado por el coche de su equipo. Hacía tiempo que el ciclista había levantado la mano pidiendo asistencia.

“Realmente no me asusté por el incidente que tuve en la ciudad, ocurrió después de un pinchazo porque quería parar antes de la curva. El equipo me recuperó rápidamente”, explicó.

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Una victoria de etapa en un ascenso desconocido que le dará al esloveno unos días de tregua antes de afrontar otras etapas de montaña.

“No conocía bien la subida, pero creo que teníamos un buen plan. Aceleré después del último tirón de Rafal Majka. Mi sueño era vestirme con la maglia rosa y ahora puedo relajarme unos días”, concluyó. (D)