La cita fue en medio de la naturaleza, con ella como anfitriona y proveedora de cada ingrediente que se pescó, recolectó, cocinó, preparó y se sirvió durante los tres días de Chefs al agua 2.0, jornada gastronómica creada por el chef ecuatoriano Rodrigo Pacheco, quien dirige el restaurante Bocavaldivia, en Las Tanusas, en Puerto Cayo (Manabí).

Justo debajo de los frondosos árboles que resguardan los huertos y los corrales con animales, la cocina de Bocavaldivia tenía encendidos sus fogones y hornillas. Los ocho chefs invitados trabajaban sin parar con sus equipos mientras picaban, sazonaban y degustaban las invenciones que se sirvieron en este almuerzo.

Junto a Pacheco, quien tiene prevista una tercera edición de Chefs al agua 2.0 el próximo año, estaban André Obiol, Daniel Contreras, Édgar León, Milena Díaz, Samuel Ortega, Santiago Granda y Esdras Ochoa. Todos con una finalidad: demostrar que es posible cocinar con los elementos que provee la madre tierra, reconectándose además con el uso de productos autóctonos.

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“Queremos demostrar la calidad que tiene cada uno de estos cocineros, muchos de nosotros estamos en lugares aislados y no conocen nuestra propuesta y para mí el objetivo es abrirle la puerta a todos”, dijo Pacheco, quien tuvo como uno de los invitados de esta experiencia a Otto Sonnenholzner, vicepresidente del Ecuador y su esposa, Claudia Salem.

Las actividades de ese día, según contó Pacheco,  llevaron a los chefs a recolectar parte de los ingredientes. "Han salido a la naturaleza a conectarse con los diferentes procesos de cosecha y recolección y ya han definido la receta que van a hacer y el plato que van a utilizar".

Chontacuros, erizos de mar, cuyes, langostinos, hojas silvestres, sacha inchi, mamey, mococha fueron parte de los productos que se distribuyeron en un menú de ocho tiempos, para 40 personas con productos ecuatorianos y uno amazónico en cada preparación. "Hay una biodiversidad cultural  a nivel de Ecuador y también a nivel internacional que a nosotros nos complace valorizar esa sabiduría ancestral y ser un aporte para el mundo gastronómico", detalló Pacheco, quien fue finalista del programa The Final Table, de Netflix.

“Nos integra, nos pone a dialogar, a analizar temas, nos acerca al origen, pero es un aprendizaje para todos”, dijo Granda, director de la Escuela de los Chefs, quien estuvo entre los expertos que participaron. "Nos juntamos varios cocineros que somos de varias ciudades de Ecuador, que nos conocemos pero que no siempre tenemos la oportunidad de convivir, no solamente en la cocina. Ahora compartirmos en el desayuno, en la pesca, ir a nadar ir a buscar el producto en el islote, luego ir a la finca, luego al bosque húmedo, participar en una charla con un agricultor de acá, estar en su cocina, probar su producto, Súper chévere y muy educativo para nosotros porque a veces estar en la ciudad, sabes que tenemos todos y a veces no se valora y no se conoce el origen del producto", recalcó Granda. 

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Ochoa, quien conoció a Pacheco mientras eran participante del programa The Final Table, de Netflix, también se sumó a esta experiencia. “Me siento como en Disneylandia, con tantos productos nuevos para mí, que jamás había ni escuchado, cada hierba es como magia mientras las pruebo, es increíble”, contó el chef mexicano, quien preparó un sopecito de salpicón de cuy. 

Pacheco dijo también que chefs de otros países lo han contactado para replicar en sus naciones esta iniciativa de Chefs al agua. "Quieren unir a sus cocineros así como lo estamos haciendo nosotros. La idea es mi patente, yo creé Chefs al agua, y mi objetivo es la unión, entonces, yo hago y construyo puentes entre los diferentes cocineros del mundo", agregó. (I)

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