Cuando el mundo perfecto e ideal de Barbie comienza a alterarse, es momento para que la protagonista (Margot Robbie) salga al mundo real para encontrar respuestas a sus nuevas inquietudes, como la idea de morir, por qué sus pies se han vuelto planos, ¡o por qué comienza a tener celulitis!

Por supuesto, Barbie no puede dejar Barbieland sin una gran y colorida fiesta de despedida donde sus amigos, las otras Barbies y Kens, le desean lo mejor a su amiga (como siempre). Pero su Ken, el diseñado para la Barbie estereotípica, interpretado por Ryan Gosling, no dejará que se vaya sin él. No entiende la vida o su propósito sin estar acompañando a Barbie.

Esa travesía, que al menos en el avance oficial luce como un viaje de autodescubrimiento para Barbie, se volverá también una transición para Ken, quien comenzará a sentirse a gusto con el dominio y poder masculino de la realidad, una circunstancia improbable en Barbieland, donde las reinas son ellas. Ken ni siquiera tiene su propia casa, Mattel nunca se la diseñó.

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En ese punto de la historia, la cinta dirigida por Greta Gerwig (Mujercitas) pone sobre la mesa problemáticas como la posición de la mujer frente al patriarcado, valiéndose de dos personajes ficticios que poco a poco empiezan a descubrir las piezas que configuran ese sistema.

Asimismo, el personaje de América Ferrera le permite a Gerwig contrastar la imagen perfecta de Barbie con el de una mujer y madre trabajadora del mundo real que no está, de ninguna manera, por debajo de la muñeca de Mattel.

Para quienes jugaron con Barbie en su infancia, la secuencia inicial los llevará directamente a recordar cada elemento de su casa soñada, incluso los más pequeños, como la forma en que se veía la comida falsa de Barbie al abrir la refrigeradora ¡y el cartón de leche!

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La gran sorpresa llega con el grupo de Kens (quienes al igual que el juguete han sido eclipsados por Barbie) y sus múltiples escenas corales (bailes, peleas y conversaciones) que permiten echar una mirada a ese mundo del juguete masculino que, para la final de la cinta, sabemos que puede ser más que solo otro accesorio para Barbie. ¡Es Kenough! (E)