Las dos formas son apropiadas. El uso del género masculino o femenino (presidente, presidenta) está supeditado a varios factores, según la «Nueva gramática básica de la lengua española» (NGBLE).

Determinados sustantivos que terminan en -nte tienen «variantes en -nta sujetas a distribución geográfica, como la clienta (poco común en algunos países americanos), la intendenta, la presidenta (ya de uso casi general)» (NGBLE).

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En publicaciones anteriores de esta columna, se indicó que la variante en femenino no es nueva, pues en 1817 se incluyó esa voz en el «Diccionario de la lengua castellana» con la acepción de ‘la mujer del presidente o la que manda y preside en alguna comunidad’.

A partir de las razones expuestas, muy bien se puede decir o escribir «la presidente de la Asamblea Nacional» o «la presidenta de la Asamblea Nacional».

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Se recuerda que los nombres de los cargos son sustantivos comunes, por lo tanto se escriben con minúscula inicial (presidenta, gerente, intendenta, jefe, alcaldesa). No obstante, el uso de la mayúscula se justifica cuando están al inicio del enunciado, porque en este caso hay que cumplir con otra norma ortográfica.

Asimismo hay que tener presente que se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que componen los nombres de entidades, departamentos o divisiones administrativas, organismos, asociaciones, etc. Ejemplos: Asamblea Nacional, Presidencia de la República del Ecuador. (F)

FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión en línea), Nueva gramática básica de la lengua española (2011) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española, de la Real Academia Española.