Los trastornos del espectro autista con frecuencia inciden en la comunicación y en la interacción social. Pero eso no impide que las personas que viven con esta condición puedan expresar sus emociones y pensamientos con otros medios, incluso de forma artística. Así lo ha descubierto el novel pintor Adrián Spurrier, quien ya ha protagonizado exposiciones individuales y cuya producción, además, ha empezado a cotizarse gratamente.