El ensayista Juan León Mera recibió en 1865 la solicitud de escribir la letra del himno, esto tras los intentos fallidos de otros autores como el poeta José Joaquín de Olmedo. En ese tiempo Mera se desempeñaba como secretario del Senado. La versión completa se publicó en un semanario de la época y hubo algunas críticas por la letra.

La letra fue enviada al francés Antonio Neumane, quien vivía en Guayaquil, para que finalmente se entregara al Congreso que aprobó la música. Tras desacuerdos aún en la letra, el 29 de septiembre de 1948, el Congreso Nacional declaró el himno como oficial e intangible la composición de Mera.

En marzo de 1977, la Junta Militar, presidida por Alfredo Poveda, dispuso la supresión de varias estrofas para hacerlo menos extenso y de fácil interpretación para los ciudadanos. Es por esto que solo se canta el coro y la primera estrofa.

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En 2001 se publicó en el Registro Oficial la resolución del Congreso que declaraba la oficialidad e intangibilidad de la música y letra del himno, con la tonalidad de mi mayor en la introducción, el coro, la estrofa y el coro. En 2008, mediante resolución administrativa, el Instituto de Patrimonio Cultural incluyó al Himno en la lista de patrimonios inmateriales del país.

Ana Villamil Ycaza, entusiasta compositora que dejó su huella en himno al 9 de Octubre de 1820

Guayaquil Bicentenario: Quiénes compusieron el himno al 9 de Octubre de 1820

Tono antiespañol

Uno de los aspectos que influenció la redacción de la letra del Himno Nacional es que Ecuador _al igual que otros países de la región_, se encontraba oficialmente en guerra con España. Desde la nación ibérica se había enviado una flota para atacar a Chile y Perú, en el marco de la Guerra hispano-sudamericana y se temía que la expedición de castigo de Madrid tuviera el afán de reconquistar a los países del litoral pacífico, detalla el Centro de Estudios Históricos del Ejército Ecuadoriano (CEHE).

El coro del himno describe a la Patria ecuatoriana y sus atributos. Empieza con un saludo a la manera romana: “Salve oh patria, mil veces, oh patria, gloria a tí”, para luego describirla como una tierra de paz y felicidad: “ya tu pecho reboza, gozo y paz” al tiempo que alude al sol equinoccional y las antiguas creencias prehispánicas de adoración del sol, cuando afirma: “y tu frente radiosa, más que el sol contemplamos lucir”.

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El marcado tono antiespañol empieza en la primera estrofa, que al referirse a los tiempos coloniales, dice: “la injusta y horrenda desgracia, que pesaba fatal sobre ti”. Varias estrofas están escritas con este acento antiespañol, pero no hay en el himno ninguna alusión directa a las culturas prehispánicas, sino exclusivamente a las guerras de la Independencia. Así mismo, el himno reitera el carácter pacifista del Ecuador, pues la guerra a la que invoca es exclusivamente en defensa de su libertad y soberanía, nunca de agresión o conquista.

CORO

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Salve oh Patria, ¡mil veces! ­Oh Patria!

gloria a ti! Ya tu pecho rebosa

gozo y paz, y tu frente radiosa

más que el sol contemplamos lucir.

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ESTROFAS

I

Indignados tus hijos del yugo

que te impuso la ibérica audacia,

de la injusta y horrenda desgracia

que pesaba fatal sobre ti,

santa voz a los cielos alzaron,

voz de noble y sin par juramento,

de vengarte del monstruo sangriento,

de romper ese yugo servil.

II

Los primeros los hijos del suelo

que, soberbio; el Pichincha decora

te aclamaron por siempre señora

y vertieron su sangre por ti.

Dios miró y aceptó el holocausto,

y esa sangre fue germen fecundo

de otros héroes que, atónito, el mundo

vio en tu torno a millares surgir.

III

De estos héroes al brazo de hierro

nada tuvo invencible la tierra,

y del valle a la altísima sierra

se escuchaba el fragor de la lid;

tras la lid la victoria volaba,

libertad tras el triunfo venía,

y al león destrozado se oía

de impotencia y despecho rugir.

IV

Cedió al fin la fiereza española,

y hoy, oh Patria, tu libre existencia

es la noble y magnifica herencia

que nos dio, el heroísmo feliz;

de las manos paternas la hubimos,

nadie intente arrancárnosla ahora,

ni nuestra ira excitar vengadora

quiera, necio o audaz, contra sí.

V

Nadie, oh Patria, lo intente. Las sombras

de tus héroes gloriosos nos miran,

y el valor y el orgullo que inspiran

son augurios de triunfos por ti.

Venga el hierro y el plomo fulmíneo,

que a la idea de guerra, y venganza

se despierta la heroica pujanza

que hizo al fiero español sucumbir.

VI

Y si nuevas cadenas prepara

la injusticia de bárbara suerte,

gran Pichincha! prevén tú la muerte

de la patria y sus hijos al fin;

hunde al punto en tus hondas entrañas

cuanto existe en tu tierra: el tirano

huelle solo cenizas y en vano

busque rastro de ser junto a ti.

Cómo se debe cantar el himno

  • Debe ser interpretado en actos con contenido educativo, académico, cultural o patriótico.
  • La persona debe ponerse en posición firme, si desea puede colocar la mano derecha a la altura del corazón.
  • En concentraciones masivas se debe tener el debido respeto, conservar la postura, quitarse gorras y sombreros y  ponerse de pie.
  • Al finalizar la interpretación no se debe aplaudir.
  • Una versión corta se utiliza como parte de los honores al Presidente del Ecuador y se ejecuta luego del toque de corneta. Se transmite también al inicio y al final de las transmisiones de la televisión y radio públicos y privados. (F)