Hernán Zúñiga Albán, de 75 años, ha dedicado más de medio siglo de su vida al arte. Su crianza en los alrededores del Mercado Central fue su principal escuela e influencia para toda su propuesta artística. Pero también lo fueron sus padres, quienes destilaron arte en su paso por este mundo. “Soy hijo de un zapatero y de una modista”, dice con mucho orgullo.

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Es pintor, escritor, escultor, grabador, restaurador, grafitero, músico, performance, muralista, docente y en la pandemia disfrutó de ser un baby boomer digital. “Los críticos me llaman artista multidisciplinario”, cuenta. Todo lo que sabe se lo debe a la calle, su paso por la universidad no ha sido precisamente como estudiante; aunque admite que aprende todos los días de sus discípulos.

Hernán Zuñiga en el Taller de Serigrafía, del MAAC. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

“Yo nunca he ido a la universidad, pero yo soy un catedrático de más de medio siglo en la universidad. Todo lo aprendí en la calle. Si yo pudiera resumirme, podría decir que yo soy un Ph. D. de la calle. Bueno, así me han resumido los críticos, antes de que yo lo quisiera”, revela el hombre que desde los cuatro años de edad empezó acercándose al arte.

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“Soy autodidacta, me he formado solito, pero con muchísima disciplina, con mucha lectura y con el ejercicio práctico de lo que se ha leído”, acota.

-Y ahora permítanme que voy a atender una entrevista con EL UNIVERSO-, comenta el maestro a sus estudiantes del Taller de serigrafía de la UArtes, en los bajos del MAAC.

Cuando Zúñiga escucha que se refieren a él como maestro piensa en dos cosas, en los maestros que reparan cosas en la calle y en los que han dedicado su vida a la enseñanza.

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Hernán Zuñiga durante sus clases de Taller de Serigrafía a estudiantes de la Universidad de las Artes. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

“Cuando me dicen maestro yo siento un término de cariño y de agradecimiento, para mí es muy grato. Porque lo que yo hago como docente es un apostolado, un acto de amor, porque para mí no es solo un trabajo remunerado, para mí es un sentido de vida”, dice el hombre que ha tenido tantos talleristas como obras en su vida.

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Una de sus principales misiones como docente es inculcar en sus estudiantes el arte del grabado, un arte que describe como emergente. “Yo le puedo decir que el celular empezó con el grabado y el grabado es un arte milenario de comunicación visual y empezó como un ejercicio de meditación espiritual.... imagínese la importancia que tiene, que conduce a quienes están manejando un celular a un arte más sublime, al arte manual”, detalla.

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El maestro Hernán Zuñiga haciendo una muestra de serigrafía a sus estudiantes de la Universidad de las Artes. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

Su camino en el arte no se mide solo por los años, o cantidad de obras realizadas, sino por su aporte a la comunidad; una especie de apostolado como él mismo ha declarado. Zúñiga fue director de Pinacoteca Moderna, de la Casa de la Cultura núcleo del Guayas (1993 - 2007). En 1995 fundó el Taller Artes Gráficas Galo Galecio, que funcionó hasta el 2007 en la CCNG. Del 2007 al 2011 fue director del Museo del Grabado, en la Fundación Garza Roja. Y en el 2011 fue director Provincial de Cultura en Guayaquil.

Ha participado en las bienales de Cali, Cuenca, La Habana y Sao Paulo. Además ha sido reconocido con los primeros premios en salones nacionales y reconocimientos internacionales. Así como condecoraciones y reconocimientos Ministeriales.

‘La Sapeada’

Obra de Hernán Zúñiga que forma parte de la exposición 'La Sapeada' que se presenta en ArtGallery.

Zúñiga indica que todo su trabajo está vinculado a la investigación sociológica de los grupos marginales. “Yo mismo soy un marginal, soy un hombre del pueblo. Me he criado alrededor del Mercado Central y allí he visto maravillas en el plano sociológico”, dice.

“El pueblo tiene una mitología popular, la que no está en las academias, pero que artistas como yo, siendo del pueblo, puede transformarlas en académicas”, añade.

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Es así como bajo esta premisa presenta su exposición La Sapeada, que se inauguró este jueves en el Art Gallery, situado en el edificio Diana Quintana.

El nombre de la muestra parte justamente del popular término que alude a una persona curiosa o delatora. “Yo invito a la gente a sapear una obra que tiene contenidos de la cultura popular”, expresa con un tono bastante ‘guayaco’.

Ciro García, Hernán Zúñiga, Alfredo Castillo y Abdón Segovia; en el Taller de Serigrafía. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

La muestra, que es coordinada por el artista Abdón Segovia, reúne unas 60 obras, entre pinturas, dibujos, grabados y técnicas mixtas aplicadas al arte digital; que rememoran a elementos entrañables de la cultura popular.

El vecindario, las comadres, la reina del barrio o una reunión barrial son parte de la propuesta artística de Zúñiga, quien ha elaborado una teoría llamada ‘El barroco guayaco’.

“El barroco guayaco es una investigación teórica que implica también a la poesía, porque también soy poeta. Mi libro tiene lenguaje popular y trata de los temas de la cultura popular”, explica.

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La Sapeada estará abierta durante dos semanas en la galería situada en el cuarto piso del edificio Diana Quintana (vía retorno a Guayaquil, entrada por la clínica Universitaria UEES). La entrada es libre. (I)

Obra de Hernán Zúñiga que forma parte de la exposición 'La Sapeada' que se presenta en ArtGallery.