En enero de este año, Michela Pincay reveló que padece problemas de audición que le dificultan llevar su trabajo con normalidad. La presentadora de De casa en casa hizo saber que utiliza dispositivos que la ayudan a escuchar bien. “Así es como salgo de mi casa, con un montón de aparatos para sentirme al 100 % en mi trabajo y para poder hacer bien las cosas ‘cotidianas’. Damos por sentado que vamos a estar perfectos todo el tiempo, y no es así. A veces no tenemos idea de lo que viven otras personas”, compartió en sus redes sociales.

La pérdida súbita de audición que afectó por completo su oído izquierdo y en un 20 % su oído derecho la está tratando a diario con el uso de estos aparatos; sin embargo, le cuesta a veces mantenerse positiva al respecto. En su última publicación, a través de sus palabras sinceras, invitó a sus seguidores y al público en general a ser más empáticos y a comprender que cada persona puede estar enfrentando batallas internas que no siempre son evidentes en su exterior.

Michela Pincay comenzará a usar un dispositivo por su discapacidad auditiva

“Si me preguntas qué habilidad amo y no amo de mí, te diría que es la de ocultar todo detrás de mi sonrisa”, expresó Michela, haciendo referencia a la imagen alegre y positiva que a menudo presenta al mundo. No obstante, reconoció que detrás de esa sonrisa hay días difíciles, momentos de lucha y enfrentamiento con realidades que trata de evitar.

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Reveló que, a pesar de sus esfuerzos por minimizar el impacto de su problema auditivo, no siempre obtiene los resultados positivos que espera. Admitió que anhelar una “mejoría” o una solución mágica es un reto. En su reflexión, la figura pública compartió un ejemplo concreto de su experiencia: mencionó el descubrimiento de medicamentos ototóxicos que debe evitar debido a su problema de audición. Destacó que esta nueva información implica adoptar precauciones adicionales y aprender cuidados específicos, un proceso que va asimilando poco a poco.

Michela concluyó su reflexión con un mensaje de esperanza y perspectiva: “Los días, buenos o no tan buenos, solo duran 24 horas”. (E)