La Biblia está prohibida en los niveles de educación básica de un distrito del estado de Utah, en Estados Unidos, por contener pasajes “demasiado vulgares o violentos” para niños pequeños, según informaron esta semana medios estadounidenses.

Así, no podrán tener acceso a la Biblia en sus escuelas 72.000 estudiantes del distrito escolar Davis, del norte de Salt Lake City, una zona con mayoría cristiana. Esto no se aplica a los alumnos de secundaria.

Un comité revisó la clásica versión King James de las Escrituras, en respuesta a la queja de un padre de familia frustrado por los grupos influentes que buscan prohibir material de lectura en las escuelas dependiendo de su contenido. Una ley estatal de 2022 requiere que los distritos incluyan a los padres a la hora de decidir qué constituye “contenido sensible”, y prohíbe el uso de material con contenido pornográfico o indecente en las escuelas de todos los niveles.

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Además, el pasado 2 de junio, el comité recibió otra queja, esta vez sobre el Libro del Mormón, utilizado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El vocero del distrito Davis, Chris Williams, confirmó que alguien pidió la revisión del libro religioso, pero se abstuvo de decir cuáles eran las razones o si era la misma persona que reportó la Biblia. Los representantes de la Iglesia mormona declinaron hacer comentarios.

El comité, conformado por profesores, padres y administradores educativos, añadió así la Biblia a su base de datos virtual de libros restringidos (no vetados del todo), y no dio más explicaciones para esa decisión, así que no se sabe cuáles fueron los pasajes que ellos encontraron violentos y vulgares.

La decisión es un revés para los grupos activistas conservadores, como Parents United, que han apelado a los consejos escolares de todo el país, alarmados por la manera en que los libros que hay en las aulas y bibliotecas manejan los temas de sexo y violencia.

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Sí hay una copia de la queja, obtenida por el diario The The Salt Lake Tribune, informó la agencia AP. El padre de familia remarcó que hay en la Biblia menciones de incesto, prostitución y violación. Añadió que era una muestra de “mala fe” que el distrito ceda las decisiones de educación, los derechos de la Primera Enmienda y el acceso a la biblioteca a grupos como Parents United. Según su razonamiento, los criterios utilizados para discriminar los libros son absurdos.

A Parents United de Utah se le olvidó uno de los libros más cargados de sexo, la Biblia”, dijo el autor de la carta, presentada en diciembre de 2022. “Sin duda descubrirán que, bajo las leyes estatales, la Biblia no tiene valores serios para los menores de edad, porque, según nuestra nueva definición, es pornográfica”, añadió.

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El comité, en cambio, determinó que la Biblia no viola la ley, porque no transgrede los criterios de pornografía e indecencia, pero que es una lectura demasiado desafiante para los niños en edad escolar; y por eso, seguirá estando en las secundarias (nivel de bachillerato), pero será retirada de la educación elemental y media (equivalente a los niveles de educación básica en Ecuador). Recomendaron que la Biblia se lea “en el hogar, en el núcleo familiar”.

Se conoce que un grupo anónimo apeló la decisión el pasado 31 de mayo.

No es la primera vez que a la Biblia le sucede algo así. La última vez que fue retirada de las escuelas (temporalmente) fue en los estados de Texas y Misuri.

En el estado de Arkansas entró en vigencia este año una ley que sancionaría a los bibliotecarios por proveer materiales “dañinos” a menores de edad, y se creó un nuevo proceso para que la ciudadanía pida que ciertos libros sean removidos de las bibliotecas.

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Este mes, una coalición de bibliotecarios, libreros, lectores y escritores presentaron una demanda contra el estado de Arkansas, en desafío a la nueva ley que enviaría a los bibliotecarios a la cárcel por recomendar libros que estuvieran en la lista prohibida. La mayor parte de las objeciones, según un análisis del Washington Post, es sobre libros que hablen de temas raciales y LGBTI.

Los grupos conservadores dicen que los padres deberían controlar cómo se les enseña a sus hijos en materia de género, sexualidad y raza.

De acuerdo con la Asociación de Bibliotecas de América, el número de intentos de prohibir o restringir libros en los Estados Unidos en 2022 fue el más alto de los últimos 20 años.

“Si la gente está ofendida porque la Biblia haya sido vetada, deberían estar igual por todos los libros que están siendo censurados en nuestras escuelas públicas”, dijo a la BBC Kasey Meehan, del programa Freedom to Read, de la organización de escritores PEN América.

Las escuelas del distrito Davis, por su parte, informaron que ya han quitado los siete u ocho ejemplares que había en sus inventarios, pero han hecho notar que no formaban parte del currículo. (I)