Cuatro de abril del 2021 y Roberto Calero, cantante emblemático de la rockola ecuatoriana, deja el mundo terrenal a sus setenta y ocho años, pero su voz saluda a la eternidad. Y es que, por supuesto, no hay cómo olvidar a alguien que musicalizó tantas fiestas, tantos recuerdos, tantas noches que se volvieron días.

El Payador de Vinces, como se lo conocía en la música popular ecuatoriana, prácticamente ayudó a ponerle sonido a la esencia del guayaco, del costeño, del ecuatoriano, con canciones como la clásica Bohemio y bacán, en la que se habla de una persona a la que le encanta la parranda y por eso decide cantarlo a todo el mundo; por supuesto, eso se volvió parte del concepto nacional durante mucho tiempo.

A su vez, la canción El mandarina también marcó tendencias y dio de qué hablar, puesto que abiertamente decía que ese mismo fiestero ya no iba ni a la esquina por estar enamorado de una nueva mujer.

Roberto Alfonso Calero Piedrahíta fue anecdótico, romántico, alegre, pero también entregado a la música al 100%. Su último concierto fue el 14 de febrero de este 2021, pese a que este tipo de música ha empezado a devaluarse con el pasar del tiempo; aunque, en las generaciones en las que tuvo impacto, sigue presente, causando una tristeza inmensa e irreparable dentro de ellas.

Participó en más de cincuenta álbumes, siempre dentro de los mejores de la rockola. Con más de cincuenta años de trayectoria artística, es de esas voces que quedarán tatuadas en el imaginario colectivo y que deberían empezar a resonar aún más, ya que él lo hizo por distintos escenarios de todo el mundo, con colegas como Jenny Rosero, Aladino, Segundo Rosero, entre otros, que ayudaron a popularizar esta música icónica que sigue teniendo raíces dentro de nuestro pueblo.

El artista tiene la ventaja de dejar como huella imborrable su trabajo entre quienes pueden revivirlo con la simple acción de darle play a una canción, en el caso de los músicos y cantantes, o de leer un libro, en el caso de escritores. A veces, para el artista el gracias significa más de lo que se piensa.

Gracias al Payador de Vinces por toda su carrera esencial en la música nacional. (O)