La inclinación y daños que registra una edificación de doce pisos ubicada en las calles 9 de Octubre y Esmeraldas preocupa a transeúntes y personas que viven en esa zona.

El inmueble, que data de hace 50 años, registra un asentamiento que en el último año se agudizó y que se constató mediante una inspección hecha por el Municipio en este mes.

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Para el gerente de Gestión de Riesgos del cabildo, con los hallazgos de la última revisión la edificación apunta a no ser habitable.

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A primera vista se observa que el contrapiso de la entrada está fracturado y la parte frontal de una panadería ubicada en la parte inferior del edificio tiene un desnivel. Las mamparas y vitrinas ubicadas en el comercio se visualizan inclinadas.

Según Luis Orellana, quien todos los días cruza por este sector, en el inmueble se reflejó un mayor daño a partir de marzo de este año con el sismo de magnitud 6,5 que se registró a las 12:15 del día 18. En ese mes se acentuaron las grietas que había en piso y pared.

“Ya se veía que el edificio estaba inclinado, pero desde ese mes (luego del sismo) se empezó a cuartear todo y fue entonces cuando todos comentaron que el edificio parecía que se iba a caer. Esperamos que se tome alguna acción para que no suceda nada malo”, dijo Orellana.

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En la fachada se observa el asentamiento del edificio. Foto: El Universo

Otros trabajadores y personas que a diario transitan por la zona señalaron, en cambio, que la afectación del edificio se arrastra hace más de un año y que es necesaria una intervención. “Ese edificio está casi abandonado, si no es que está abandonado totalmente”, manifestó María Terreros.

El inmueble tiene al menos una decena de departamentos y un local comercial en la parte inferior. Por el asentamiento, dos predios ubicados a los costados tienen ciertas fisuras también en el contrapiso.

En agosto de 2022, la Dirección de Gestión de Riesgos y Cooperación realizó una primera inspección en la que ya se constató un asentamiento, pero en ese entonces los elementos estructurales no generaban riesgo de colapso ya que el edificio no presentaba daños.

Para noviembre de 2023, un año y tres meses después, este diagnóstico cambió a un riesgo medio de colapso debido al asentamiento más profundo de la estructura, grietas en el mezanine, fracturas en cajas colectoras o tuberías, entre otros daños.

Alex Anchundia, gerente de Gestión de Riesgos, explicó que esta inspección -al ser predio privado- se logró luego que dos propietarios de departamentos en la edificación autorizaron el ingreso.

Álex Anchundia, gerente de Gestión de Riesgos, indicó que se realizó una inspección del inmueble en este mes. Foto: El Universo

“No podemos hacer un informe del suelo o estructural porque realmente tendríamos que ya, en este caso, cavar. Al ser un predio privado, nosotros no podemos actuar de manera inmediata”, indicó Anchundia.

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Por ello, dentro de las recomendaciones hechas desde el cabildo está que los propietarios contraten profesionales para realizar estudios estructurales y geotécnicos para definir el tipo de cimentación de la estructura y el grado de afectación.

Esta, sin embargo, no es una recomendación nueva ya que en agosto de 2022 se solicitó a los propietarios acceder a este tipo de estudios y para la última inspección se conoció que algunos de los dueños indicaron que los estudios son costosos.

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El funcionario explicó que, desde la gerencia de Riesgos se está en diálogos con la Dirección de Control de Edificaciones, Catastro, Avalúo y Control Minero (Decam) y con Justicia y Vigilancia para determinar acciones, entre ellas, una posible clausura del inmueble.

Como parte del control, además, los delegados de construcciones están constantemente actualizando la base de datos de inmuebles vetustos en la ciudad, a los cuales de igual manera se abre expediente para que sus propietarios procedan a las reparaciones necesarias. Hasta septiembre, indicó el cabildo, existe una base de datos de 138 inmuebles vetustos en la ciudad.

¿Qué sucede si los propietarios de la edificación no acogen la recomendación?

Anchundia explicó si los propietarios de la edificación deciden no acoger la recomendación dada, es decir, la elaboración de estudios, se deberá aplicar lo establecido en el literal c) del artículo 44 de la Ordenanza General de Edificaciones y Construcciones del cantón Guayaquil.

“Las obras de rehabilitación y derrocamiento estarán a cargo del propietario y en caso de incumplir con los plazos establecidos, el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal procederá a la enajenación forzosa del inmueble en subasta pública. El adjudicatario de la subasta deberá cumplir con los plazos y condiciones determinadas por la Dirección de Justicia y Vigilancia para la rehabilitación o derrocamiento del bien inmueble”.

Otra opción es que se ejecute una asamblea de propietarios y se acceda a una demolición voluntaria, opción que está dentro del artículo 44 de la misma ordenanza. (I)