En Puertas del Sol, vecinos esperan mejor utilización de terreno que ahora es ocupado para dejar basura y por personas en condición de calle

En la zona de ingreso a la ciudadela Puertas del Sol, en el inicio de la vía a la costa, parte del panorama diario es la acumulación de basura y consumo de drogas en un terreno cercano a un canal de agua y un parque.

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Allí, los vecinos colocan fundas de basura y llega el recolector a llevarse los residuos, sin embargo, quedan desperdicios desperdigados por dos factores: recicladores y mascotas en condición de calle que desarman ciertos paquetes.

Estos desechos terminan acumulándose en sectores como el parque e incluso llegan hasta tramos de un canal que atraviesa la zona.

Betty, una moradora que lleva más de cinco décadas en la zona, dijo sentirse cansada por la situación.

Ella relató que en el predio también arrojan basura quienes transitan en carros en la vía principal, en dirección Santa Elena-centro de Guayaquil.

Estas personas suelen echar cualquier tipo de basura, sobre todo desperdicios de comida y fundas, hacia el terreno y la zanja.

Con ese panorama desfavorable, además de malos olores de animales muertos que también se arrojan en el terreno, la mujer y otros vecinos conviven desde hace algún tiempo.

Betty comentó que en ciertas ocasiones se acercan unidades a realizar limpieza del canal de agua que también resulta afectado por la basura, pero luego de varios días vuelve el problema.

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En esta época, a ello se suma la presencia de mosquitos que también es notable al caer la tarde en las inmediaciones de la zanja.

Allí, en meses pasados se realizó una fumigación, sin embargo, el problema se volvió a presentar en esta zona, según vecinos.

Para Betty, el canal de agua debería ser tapado para evitar que la acumulación de basura sea una constante.

“Deben venir más seguido, por lo menos cada tres o cuatro meses porque todos los desperdicios terminan en las zanjas”, consideró Raúl, otro vecino, quien se refirió a más inconvenientes en el sector.

Él recordó que inicialmente en la zona estaba un contenedor grande en el que se depositaban los restos y con ello se mitigaba el problema de la dispersión de los desperdicios. Consideró que esa alternativa debería retomarse para enfrentar el problema.

En ocasiones, los vecinos como Raúl piden apoyo a la Policía por la presencia de desconocidos, que generan inquietud ya que suelen consumir drogas e incluso tener relaciones sexuales.

“Uno no puede bravear, uno debe hacerse de la vista gorda, ya tiene más de dos años esto”, dijo.

Un equipo de este Diario constató que un joven en condición de calle también usaba como dormitorio temporal uno de los árboles sembrados en este terreno.

Aunque con incredulidad, el vecino Eduardo expresó que se debería considerar al terreno como una oportunidad para dotar de una plazoleta de comida típica, donde los residentes emprendan sus propios negocios.

Establecer, dijo, un espacio similar al de los comedores de Puerto Hondo y Chongón, y que tenga además estacionamiento.

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“Da desesperación, somos como las gallinas a las 7 u 8 de la noche nos metemos a la casa, da recelo pasar por aquí”, expuso Eduardo sobre la presencia de personas extrañas en la zona.

Desde hace algún tiempo vecinos plantearon que ese terreno se use como prolongación del carril del servicio para que conecte Puerto Azul con la vía Perimetral.

Por ahora, se construyó un enlace solo de giro para Puertas del Sol, desde donde también se puede conectar con el sur porteño por vías interiores.

Pese a ello, los vecinos también consideran que esa alternativa puede ayudar a aliviar el tránsito que suele congestionarse en horario pico, sobre todo en las mañanas en el inicio de la jornada laboral. (I)