Joseline Calderón sufrió la paralización radical de sus labores de construcción de viviendas en una empresa familiar a partir del confinamiento obligatorio marcado por la expansión de la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020.

Mientras, el mundo se encerraba, sus actividades laborales también se veían bloqueadas por las medidas restrictivas para prevenir la propagación de casos, al igual que su esposo que tuvo la finalización de su contrato en un puerto marítimo de la urbe.

En esa época, de inicios de 2020, la pareja se vio en la encrucijada de buscar solventar los gastos de sus hogar. Cuando recién se inició la pandemia se manejaron con ciertos ahorros y conforme pasaron los meses comenzaron a pensar en un emprendimiento a la mitad del 2021.

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Entre marzo y diciembre de aquel año, unas 625.396 actas de finiquito se legalizaron ante el Ministerio de Trabajo. Del total de casos solo en Guayas hubo 185.518.

Inicialmente, Joseline, quien siempre se ha considerado una fanática de los zapatos, había encontrado en ese gusto una salida para iniciar un negocio.

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Ella se había unido con una hermana para abrir un emprendimiento de calzado con un enfoque especial de satisfacer el gusto de cada clienta y que no tenga que estar adaptándose al mercado, sino que sus gustos tengan la opción de ser personalizados.

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“Justamente durante la pandemia mi hermana murió, pero dije ‘voy a seguir’, lo cogí como un empujón, algo que me dio la fuerza, aparte mi familia necesitaba comer, comprar las cosas para mis dos hijos y obviamente las cosas del día a día, ahí mi esposo se dedicó al 100 %”, recordó la emprendedora originaria de Manta.

Tras ese episodio, su esposo guayaquileño se juntó a apoyarle en el emprendimiento de elaboración y venta de distintos modelos de calzado, bajo la marca OhLaLa, que se distingue por dar la oportunidad a las clientes de personalizar según los gustos de ellas, tanto en tacones, plataformas, sandalias y mocasines.

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Entre ambos se distribuyeron las tareas para iniciar desde la creación de un logo y otros trámites para constituir el negocio. Por ejemplo, Oswaldo se enfrascó en ayudar en tomar fotografías, realizar videos, darle movimientos a las páginas y tareas de inventario, mientras ella se enfocó en hacer otros roles desde el modelaje del calzado, atender a clientes y edición de las imágenes.

“Como ha estado complicado conseguir trabajo me dediqué 100 % al negocio”, dijo.

Así, Joseline impulsó inicialmente su página en redes sociales, específicamente en Instagram (@ohlala.shoesec) para empezar a darse a conocer con el público y además con sus conocidos que le consultaban sobre sus productos.

Desde abril de 2021, fecha del primer posteo, hasta la actualidad ya llevan 6.700 seguidores, aproximadamente.

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Conforme ha ido dándose a conocer el negocio, tanto en redes sociales y ferias, la emprendedora puso un local en Urdesa, pero decidieron retirarse por inconvenientes personales y para estar cerca de sus hijos abrió un showroom (sala de exposición) en Durán.

“Las chicas vienen se prueban, a veces quieren ver como es la calidad, probárselo por los distintos tipos de pies”, dijo Joseline, que también es conocida por sus allegados como la Inge de los zapatos.

Ahora, ella brinda la oportunidad a otras personas como una encargada de redes sociales y aspirar a contar con más colaboraciones, como con una creadora de contenido en las plataformas virtuales y modelos.

Ella se muestra gustosa que puede su negocio ayudar a otras personas a tener ingresos, como con personas que le ayudan en la confección de zapatos y ciertos motorizados que les ayudan a enviar los pedidos receptados para distintos sectores de Guayaquil e incluso por servicios de encomiendas (courrier) a poblados de Amazonía, Galápagos y Quito.

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“Ha tenido bastante acogida para tener dos años con los seguidores, tengo bastante clientes que me escriben por tres zapatos más, dos zapatos más de forma repetida, confían”, comentó.

OhLaLa es la marca que puso Joseline. Foto: El Universo

A mí me encantan los zapatos, me encanta que hay muchas chicas que me dicen lo mismo, eso me incentiva a seguir. Antes de ponerme el negocio me encantaba comprar zapatos, fue un incentivo para emprender, no buscar trabajo, sino darlo”

Joseline Calderón, emprendedora

Ella reveló que una de sus fuentes de inspiración son los modelos que se comparten en Pinterest para tomarlo de ideas y comenzar a darle a esos modelos sus retoques de color, tiras, apliques o brillos.

“Lo que tiene que ver con materiales esos son proveedores 100 % ecuatorianos, se los consigue de manera independiente, tanto material de zapato, tacones, plantillas, todo y lo demás se elabora en taller”, comentó.

Hace unos meses recientes ella retomó paulatinamente en labores de construcción, mientras sigue impulsando su negocio de calzado. “Igual no lo pienso dejar”, mencionó.

A futuro, ella aspira a tener nuevamente su propio local y que la marca siga creciendo con mayor producción y personal que pueda dar la oportunidad de trabajo. “Me escriben bastantes preguntando si hago envíos a Colombia, hay que ver, eso es poco a poco”, comentó. (I)