Planteles podrán obtener autorización para ampliar oferta con el fin de atender a quienes no quieran regresar a clases presenciales

Hasta ahora, en lo que ha sido un regreso voluntario a las clases presenciales, en el contexto de la pandemia del COVID-19, 612.666 estudiantes de la Costa, Sierra y Amazonía se han acogido a esta opción. La cifra (con corte al jueves 4 de noviembre del 2021) representa el 15 % de la población estudiantil nacional que es de 4′314.777 personas.

No obstante, el escenario podría cambiar la próxima semana, si el lunes 15 de noviembre el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional acoge el pedido del Ministerio de Educación del regreso presencial obligatorio, según los niveles educativos.

En ese caso, la ministra de Educación, María Brown Pérez, señaló esta semana que en los planteles fiscales no habrá modo semipresencial o híbrido (modalidad presencial combinada con virtual).

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Habrá dos opciones: presencial o a distancia, y para esto último el padre deberá realizar una solicitud para que el estudiante sea trasladado a un establecimiento que tenga esa opción.

No obstante, otros planteles como los particulares y fiscomisionales podrían solicitar autorización para ampliar sus modalidades y de esa manera tener una oferta presencial y virtual al mismo tiempo.

“La modalidad de aprobación es a través de un acuerdo ministerial muy reciente que se emitió en el ministerio de actualización de los procesos de aprobación de permisos de funcionamiento que es simplificado y que plantea un proceso bastante expedito para que las instituciones que ya cuentan con un permiso de funcionamiento presencial puedan solicitar la ampliación del servicio”, expuso la ministra en rueda de prensa del martes anterior.

En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), hasta el lunes anterior 40.470 estudiantes habían acogido a la semipresencialidad de un total de 767.589 alumnos.

En la Unidad Educativa Academia Naval Altamar la intención de las autoridades es mantener la modalidad virtual (ningún estudiante va a las aulas) por seguridad de su alumnado.

“No consideramos conveniente (presencialidad), porque así sea con poco alumno basta uno que sea portador del virus nos contagiaría a todos, no solo al resto de estudiantes sino a toda la comunidad (…) Nosotros somos una institución educativa que tenemos la autorización para hacer educación virtual”, expresó Guillermo Vásquez, gerente general de la unidad educativa.

Sin embargo, sostuvo el funcionario, si hay estudiantes que quisieran volver a las aulas no habría problema en ofertar las dos modalidades.

Carlos García, padre de familia del Altamar, dijo sentirse más tranquilo con que su representado recibiera ayer la segunda dosis contra el virus (en el plantel), pero consideró conveniente que la obligatoriedad del retorno a las aulas sea desde el próximo año hasta que pasen los feriados venideros (Navidad y Año Nuevo).

“Se están viendo rebrotes a nivel mundial, en los países que están más desarrollados como China, ellos que son potencia se están aislando otra vez, y nosotros nos estamos relajando”, mencionó el hombre.

En las diferentes instituciones educativas se está poniendo la segunda dosis de Pfizer a los adolescentes de 12 a 17 años. Hoy les corresponde a los alumnos del Ecomundo.

En la Unidad Educativa San José, de la Sociedad de Beneficencia de Señoras, donde ayer también se aplicó el segundo refuerzo a la población estudiantil de 12 a 17 años, hay semipresencialidad desde el 18 de octubre.

De 937 alumnos, 120 se acogieron a esta modalidad, el resto sigue en clases virtuales. Cada paralelo tiene máximo 15 chicos.

María Elena Endara, vicerrectora del establecimiento, sostuvo que disponen de aulas híbridas, pero que si se dispone la obligatoriedad del retorno a las aulas acogerían esa decisión.

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Agregó que en caso de que el regreso siga siendo voluntario el plantel mantendrá la semipresencialidad como hasta ahora.

Madres de familia como Elsy Vásquez expresó estar de acuerdo con el regreso a las aulas de clases.

“Prácticamente dos años encerrados, entonces, si bien es cierto esto es una contradicción, porque los padres de familia dicen, bueno, para ir la institución nos da temor y pavor, pero para ir a los centros comerciales, a la playa, ha habido un sinnúmero de habitantes en edad de escolaridad. Como madre de familia sí estoy de acuerdo porque ya están con la vacuna y es una salud mental que los chicos necesitan”, opinó la mujer. (I)