Las vitaminas y los suplementos nutricionales se encuentran presentes en el consumo diario de los ecuatorianos, son parte de los nuevos hábitos alimenticios, bien sea para complementar las comidas, evitar enfermedades o obtener un mejor desemepeño físico.

De acuerdo con Euromonitor, el mercado de los suplementos alimenticios crecerá en Latinoamérica un 22,2% y sus ventas serán de $ 3.142 millones para el 2024.

¿Qué son las vitaminas y los suplementos nutricionales?

Las vitaminas son compuestos orgánicos para el crecimiento y procesos metabólicos de los seres vivos. De acuerdo al Director Médico de Laboratios Bagó, Gregory Celis, las vitaminas no pueden ser elaboradas en cantidad suficiente por el ser humano por eso es necesario adquirirlas en la dieta.

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Por su parte, los suplementos nutricionales son productos que se añaden a la dieta y contienen uno o varios de los siguientes elementos: vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, etc.

Para contar con una dieta adecuada se requiere incorporar a la dieta alimentos que contengan vitaminas. “Cuando las cantidades de ingesta no cumplen los requerimientos mínimos diarios es ahí donde se recomienda el uso de suplementos que contengan las vitaminas que harían falta”, detalla el doctor Celis.

La eficacia y seguridad de las vitamienas y suplementos

“Si bien son seguros a dosis adecuadas y recomendado por una experto en nutrición, desde el punto de vista del consumo no están exentos de producir enfermedades con el uso irracional y exagerado” agrega Celis.

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Algunas de los problemas de la sobredosis de vitaminas son:

  • Vitamina A: piel seca y áspera, labios agrietados, pérdida de cabello, irritabilidad, dolor de cabeza, enzima hepática alta en la sangre o enfermedad hepática, náusea y vómito.
  • Vitamina B: náuseas, ictericia (color amarillento en piel, ojos y otros órganos internos, lo que produce función inadecuada de los mismos) e intoxicación hepática.
  • Vitamina C: cólicos intestinales, náusea, vómito y produce acumulación del hierro en nuestro cuerpo lo que produce daño en hígado, corazón y páncreas; esto se empeora en personas con enfermedad del metabolismo del hierro.
  • Vitamina D: Puede producir lesiones al riñón y corazón, con ellos náusea y vómito. En la mujer embarazada la sobredosis lesiona al feto a nivel cerebral. En los niños su exceso retiene el crecimiento.
  • Vitamina E: Alteraciones de los sistemas de coagulación, náusea, vómito y cefalea.

La dieta ideal

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Las proporciones ideales son las siguientes:

  • 50 % de carbohidratos que deben incluir además fruta, verduras y legumbres.
  • 30% de proteínas como carnes de res, pescados, pollo.
  • 20% de grasas que incluso ya pueden estar añadidas a la proteína, pero también es muy aconsejable el consumo de aceite de oliva y ácidos grasos omega-6 y omega-3.

“La automedicación es un problema muy serio por eso no debemos hacerlo y no pensar que las vitaminas y los suplementos son solo alimento, tengan presente que para envasarlos y conservarlos tienen otras sustancias y ellas pueden colaborar en la presencia de enfermedades por el abuso del consumo de vitaminas y minerales”, recalca Celis.