El adulto que en su infancia sufrió abuso (físico, sexual, emocional) puede desarrollar comportamientos y actitudes particulares en su vida matrimonial que podrían afectar la dinámica. Empezar esta etapa exige que se desarrolle mucha confianza en la pareja, porque cada día irán descubriendo capas algo más profundas, íntimas de la vida del otro, que quizás nunca exploraron.