Si eso fue la vida, “¡Bien!, entonces hagámoslo otra vez” son las palabras del Zaratustra de Nietzsche. ¿Cuántas personas podrían decir eso? ¿Cuántas personas ha tenido una vida plena, llena de satisfacciones, colmada de experiencias profundas, tanto que estuviesen dispuestos a volver a vivir esa vida. Irving D. Yalom cree que él es uno de ellos. Y no parece estar equivocado luego de leer su fascinante autobiografía, Memorias de un psiquiatra (traducción de Mirta Rosenberg y Gastón Navarro. Editorial Planeta 2019, Barcelona, 421 páginas).

El título original en inglés, Becoming Myself, es decir, “convirtiéndome en mí mismo” probablemente refleja mejor la interesante obra de este afamado psiquiatra, profesor de la Universidad de Stanford y escritor de varias novelas que han sido bien recibidas por el público y traducidas a varios idiomas. Mientras que Yalom ha pasado toda su vida conociendo la vida de otros y procurando solucionarles sus conflictos, en este libro dedica su agudo sentido terapéutico a descubrirse a sí mismo. Un viaje introspectivo que absorbe por su intensidad y por su franqueza.

Desde muy joven Yalom se entregó vorazmente a la lectura. Sus padres habían emigrado de Polonia a inicios del siglo XX y vivían en un pequeño apartamento en los altos de la tienda que ellos tenían en un barrio de clase media baja de Washington D. C. Decidió leer todas las biografías que podía encontrar en la célebre biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, comenzando por la A y terminando en la Z.

En el libro, el autor va narrando en breves capítulos los diferentes episodios de su vida, sus estudios universitarios, su vocación por la psiquiatría, su doctorado en la Boston University (1957), sus prácticas en el John Hopkins Hospital y especialmente su lento descubrimiento de las bondades de la terapia de grupo de la que sería luego un referente de gran reconocimiento, especialmente a partir de sus libros en esta área.

Resulta especialmente interesante leer sobre su acercamiento al movimiento de la psicología existencialista que lideró Rollo May, un renombrado psicólogo estadounidense, a partir de los años 70, así como su acercamiento a la literatura y la presencia del tema de la muerte en muchos de sus pacientes. Su encuentro con la filosofía y especialmente con literatura lo llevó a escribir varias novelas en la que se plantean temas que llegó a conocer en su más de cincuenta años de práctica psiquiátrica. El día en que Nietzsche lloró, La cura de Schopenhauer y El enigma de Spinoza son sus creaciones más reconocidas.

Yalom tiene 91 años, aún sigue atendiendo pacientes aunque de manera muy espaciada. El que hoy comentamos ha sido su más reciente libro. Al terminarlo en 2017 aún vivía su esposa, una reconocida especialista en literatura e historia francesa, que lo acompañó toda su vida. Una vida plena, sin duda.