Claudia, Isolda y Valentina son los personajes femeninos de la nueva novela de la autoría del escritor cuencano Carlos Vásconez, titulada La mariposa y el alfiler, que se publicó con el sello Grado Cero Editores. ¿Cuál de ellas es la protagonista de esta obra de 348 páginas, en la que el narrador ecuatoriano se confirma como uno de los prolíficos fabuladores del país? Podría pensarse, a primera vista, que Isolda, pero en realidad todas alcanzan un grado de protagonismo.

La trama de la novela parte de una anécdota bastante común: un hombre, antes de morir, le encarga a su hija que busque a una mujer que él amó en el pasado y que es la culpable de que su vida fuera desdichada. Así, Claudia, la hija que recibe el encargo, va en busca de Isolda, la mujer de la que, entiende, tiene que vengarse.

Autor cuencano Carlos Vásconez.

Comienza de esta forma una historia que incorpora componentes a veces fantásticos, a ratos detectivescos y en ocasiones absurdos, casi siempre interesantes e inesperados, lo que mantiene la atención del lector. A lo largo de las páginas aparecen Valentina y otros personajes, como el esposo de Claudia; el escritor, el vendedor de nombres, el periodista. Existe en esta obra una reflexión sobre el tiempo y la memoria. Y de vez en cuando una subversión de los patrones de género.

La trama se desarrolla en la ciudad y en un lugar remoto, donde el padre de Claudia conoció a Isolda: La Azulada, un balneario sin tiempo, que marcha a su propio aire y en el que Isolda es un personaje fetiche. “La mariposa y el alfiler consigue algo que se extrañaba en la literatura actual: mientras avanza, modifica el pasado”, dice en la contraportada de la novela la escritora argentina Luisa Valenzuela. Y ciertamente así es, porque en este libro los hechos del pasado son maleables, por obra y gracia de la memoria que los recuerda o de la palabra que los cuenta. En ese recuento los transforma.

En La mariposa y el alfiler se inserta también una meditación sobre el acto de leer y sobre la escritura. Valentina les lee a los muertos. Existe un homenaje a la literatura de Dickens. Y a toda la literatura. (O)