Una investigación realizada a cientos de jóvenes de una población que vive en condiciones de alta vulnerabilidad social, en un entorno de consumo y venta de drogas, en Nayarit, México, ha permitido comprender cómo se apropian los jóvenes de una cultura que exalta y fomenta la incursión en el narcotráfico y la violencia, como una forma de vivir.