Mi enamorada con la que tengo siete meses de noviazgo cree en brujas. Cuando nos conocimos hace un año, ella acudía a donde una amiga para que le realice baños de buena suerte porque decía que estaba enferma, pero cuando supuestamente la curó, la amiga comenzó a decirle que yo también necesitaba de esos baños, a los que fui por no perderla a ella, pues mi enamorada llegó a condicionarme.
Ahora la bruja dice que la hija de mi novia, una niña de 10 años, también está enferma y que la lleve para sanarla.
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Soy un hombre católico y pacífico, tengo 36 años, trato siempre de ayudar a mi novia (26) y he accedido a las sesiones de limpieza para evitar peleas porque la quiero mucho, pero ya no sé qué hacer. Mi novia no entiende razones, quiere que le ayude con los gastos para hacer ‘curar’ a la niña. Necesito orientación urgente, estoy desesperado.
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N. N.
Estimado lector: desde el punto de vista psicológico, la creencia en la brujería y las limpias puede estar relacionada con diversos factores, como la cultura, la educación, el contexto social y las experiencias personales. Algunas personas recurren a estos rituales para obtener una sensación de control sobre situaciones inciertas o difíciles en su vida, reduciendo así su ansiedad.
En el caso de una pareja en la que una persona cree en estas prácticas y solicita apoyo financiero para costearlas, pueden existir varios escenarios:
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- Diferencias en creencias y valores. Si uno de los miembros de la pareja no cree en la brujería, puede generarse un conflicto si se siente incómodo destinando recursos a algo que considera innecesario.
- Necesidad de seguridad emocional. La persona que solicita apoyo puede estar buscando validación y respaldo en su pareja. Desde un enfoque psicológico, esto puede indicar una necesidad de sentirse protegida o comprendida.
- Vulnerabilidad y dependencia. Si la persona que cree en estas prácticas se muestra insistente o siente que su bienestar depende de ellas, podría haber una dependencia emocional o una predisposición a la sugestión.
- Posible manipulación. En algunos casos, quienes practican estos rituales pueden aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas para obtener beneficios económicos, lo que podría afectar negativamente la relación, si una de las partes siente que está siendo manipulada.
Desde una perspectiva de pareja, lo ideal es mantener una comunicación abierta y respetuosa, comprendiendo las creencias del otro, pero también estableciendo límites en cuanto a los recursos compartidos.
Si estas prácticas generan ansiedad o dependencia excesiva, sería recomendable acudir a un profesional de la salud mental para abordar el tema de manera más profunda.
